El inicio esperanzador del Huesca en Balaídos fue en vano en una jornada más. Como viene siendo costumbre, los azulgranas salieron enchufados en los primeros compases del partido pero las ocasiones erradas dieron alas al conjunto local. “La primera media hora ha sido bastante buena”, dijo Aguilera tras acabar el partido. Ya en la segunda mitad, cuando parecía que el Huesca tendría sus oportunidades para lograr el empate, “ellos se han venido arriba en los últimos quince minutos”.
El espejismo de la primera media hora se convirtió en un desierto donde apenas quedaron gotas de vida. Una vez más, “el vestuario quedó tocado” y a medida que pasan los días, “al equipo le va costando cada vez más. La balanza, que parecía equilibrada, la acabó descantando un Iago Aspas que firmó un doblete para apuntillar a los de Francisco. “Al final se te han ido por pequeño detalles”, afirmó Aguilera.
Tras una nueva debacle, solo existe la esperanza de seguir en una línea de trabajo constante con la esperanza de que acabe dando sus frutos, con una afición que debe estar presente, como decía el centrocampista madrileño: “Tenemos que ser fuertes, estar más unidos que nunca”.
Tras el trámite copero que deberá pasar el equipo el jueves frente al Athletic Club, los oscenses se centrarán en la histórica cita del domingo con la visita del Real Madrid a El Alcoraz. Aguilera sabe que ahora ya no valen los empates, si no que “necesitamos puntuar de tres en tres para no descolgarnos mucho”.