En un partido de altos vuelos, la SD Huesca se ha impuesto a un buen Lugo, el cual, pese a disfrutar de la mayoría de dominio territorial con su buen manejo de balón y un físico imponente, sucumbió ante la pegada de un equipo, el azulgrana, que suma tantos buenos recursos que cuando parece se siente incómodo está esperando para abalanzarse hacía la yugular. Con su media de tiros habitual (11), el hecho diferencial que marcó el devenir del partido fue la pegada. Un resultado contundente que cierra un año glorioso y que deja a la SD Huesca como mejor local de la categoría.
Remiro (5,5)
Impreciso: Su partido estuvo marcado por pequeños errores, que sin llegar a ser graves, denotaron algo de desconexión e imprecisión. Es verdad que bajo palos apenas sufrió, pero tomó varias decisiones erróneas en las salidas a las cuales no nos tenía acostumbrados.
Alexander (7,5)
Serio: Cuánto podría crecer Alexander en un equipo que ofrece un sinfín de posibilidades. En un puesto que antaño defendía incluso en su Selección, se le vio serio, seguro y apenas dejó un resquicio por donde hincarle el diente. Además, se prodigó con criterio en ataque, sin descuidar un segundo su espalda.
Pulido (7,5)
Concentrado: No tenía un día fácil ya que la movilidad de Mario Barco podría haberle puesto en muchos apuros, máxime con el riesgo inicial de tirar la línea tan adelantada, pero una vez más estuvo atento al corte y valiente cuando debía encimar.
Jair (7,5)
Expeditivo: Pese a los riesgos que el equipo asume en la salida de balón, lejos de equivocarse, eligió siempre el pase más sencillo, no complicándose la vida y siendo práctico. Seguro al corte y duro en la disputa, la puerta a cero volvió a demostrar que el centro de la zaga goza de buena salud.
Brežančić (7)
Reincorporado: Si algo ha ganado Rajko esta temporada es fiabilidad. Aquel lateral algo alocado de antaño ha dado paso a un jugador mucho más moderado, consciente de sus virtudes y que relativiza sus errores. Pese a sufrir en algunas fases por el juego y dominio visitante, supo contener la posición y, cuando tuvo la oportunidad, se prodigó en ataque.
Aguilera (9) | EL MEJOR
Director: En otro partido soberbio, donde sus ayudas defensivas parecían no tener fin, supo achicar con mucho acierto todo lo que el equipo lucense creaba por el medio. Y no sólo eso: se permitió poner 2 o 3 balones magníficos a las espaldas. Al igual que en Alcorcón, se le vio con mandos de conciliador y en varios gestos que hablan, y bien, de su jerarquía, convenció a los jóvenes de elegir la mejor opción.
Sastre (7)
Reservado: Cuando el equipo no tiene balón Sastre sufre. Y sufre porque su nivel sube muchos enteros cuando el esférico pasa por sus pies; él se siente cómodo y el equipo lo agradece. A pesar de ello jugó casi todo con mucho criterio y, sin ser demasiado protagonista, contribuyó con su toque fácil a una salida vertiginosa.
Melero (7,5)
Confiado: Alentado por las sabias intercesiones de Aguilera tomó el balón y materializó el penalti con la tranquilidad y aplomo que está demostrando. Hasta que el acierto diga lo contrario debería seguir siendo el elegido. Al igual que Sastre, le costó más de lo normal conectar con el esférico; eso sí, cuando lo consiguió, el equipo disfrutó de un buen abanico de acciones favorables.
‘Cucho’ (6)
Contrariado: Desde un principio se le notó demasiado ansioso por retornar a ser el protagonista principal. Fruto de ello llegaron esos minutos de desconcierto donde los sabios consejos de Aguilera calmaron una actitud desafortunada. Debe aprender a medirse y debe afrontar sus momentos de menos lucidez y brillo con la naturalidad que ha afrontado los dulces. Es un jugador vital.
‘Chimy’ Ávila (8,5)
Generoso: Cuánto trabajo, cuánto brío y en definitiva, cuánto ‘Chimy’ se volvió a ver de nuevo en El Alcoraz. A pesar de las ganas por lanzar el penalti, no decayó y siguió dentro del partido. Tuvo un gran detalle con su compañero ‘Cucho’ cuando en una soberbia jugada personal le cedió el esférico para que sólo tuviera que impulsarlo a la red.
Ferreiro (8)
Participativo: Como ya comentó en la previa era un partido especial y lo cierto que contó con la fortuna necesaria para -en una muy buena jugada colectiva- ser de nuevo protagonista con su gol. Es incisivo, no escatima en trabajar y, lo mejor de todo, lo hace con el silenciador que le ha dado su discreta personalidad.
Los cambios
Gallar (7)
Goleador: Por fin pudo disponer de una falta en su perfil y lo cierto es que la ejecutó a la perfección. Con muchas ganas desde su salida, conectó varias jugadas donde su conducción diagonal volvió a poner de manifiesto que se mueve genial entre líneas y, cuando elige con calma y no se precipita, consigue muchos réditos. Debe seguir.
Luso (6)
Oxigenado: Su entrada coincidió con unos buenos minutos de refresco que al equipo le vinieron de perlas. Ofreció físico, criterio y seguridad para afrontar unos minutos finales que convenía jugarlos con tranquilidad.
Camacho (6)
Referente: Está claro que ha dado un paso en las preferencias de Rubi. En estos momentos parece ofrecer algo más que otros futbolistas de la plantilla. Es astuto como antaño y eso el equipo lo agradece, sobre todo en contextos favorables donde su calidad es un elemento diferencial.
NOTA GLOBAL: 7,1