La SD Huesca pondrá punto y final a la temporada este domingo en El Alcoraz, y lo hará sin jugarse nada clasificatoriamente, pero con un objetivo claro: cerrar el año con una última alegría para su gente. Así lo ha expresado el defensa gallego Miguel Loureiro, en una rueda de prensa marcada por el tono emotivo y el agradecimiento colectivo por lo vivido durante el curso.
“Una temporada sobresaliente”
Aunque las opciones de playoff se esfumaron en Cádiz, Loureiro no quiere que el desenlace empañe lo conseguido:
“Creo que ha sido una temporada muy bonita. Si en agosto nos dicen que estaríamos salvados en la jornada 29, lo hubiéramos firmado todos”, señala.
El lateral no esconde cierta decepción por no haber peleado hasta el final, pero reivindica una mirada más global, destacando el rendimiento grupal, la conexión con la afición y la capacidad del equipo para sobreponerse a momentos difíciles.
“Nos quedamos muy cerca, pero eso no puede borrar todo lo bueno. Ha sido una campaña sobresaliente por resultados y por emociones compartidas”, afirma con convicción.
Del bajón final al orgullo colectivo
En el tramo final, el equipo encadenó varios encuentros sin ganar, lo que generó dudas y alguna crítica. Sin embargo, Loureiro insiste en que no hubo relajación, sino “situaciones normales de una temporada exigente”:
“No es habitual encadenar 14 jornadas puntuando como hicimos. Era lógico que llegara algún bache. Lesiones, sanciones, momentos de peor juego… eso también forma parte del fútbol.”
Pese a ese bajón, el defensa destaca la fortaleza emocional del grupo:
“Después de la derrota en Albacete, el equipo se levantó y ganó a un rival como el Elche. Eso habla muy bien de nosotros.”
Agradecimientos, despedidas… y comunión con la grada
El choque ante el Eldense será, previsiblemente, una jornada de despedidas. Algunos jugadores no seguirán en la plantilla, aunque Loureiro, que tiene contrato en vigor, evita hablar de su futuro inmediato:
“Ahora solo pienso en disfrutar, descansar y estar con mi familia. Estoy muy feliz aquí, y cuando llegue el momento, hablaremos con el club.”
El jugador también quiso poner en valor el papel de Antonio Hidalgo:
“Desde su llegada ha sido una pieza fundamental. El año pasado nos salvó, y este año ha conseguido que todos se sintieran importantes.”
Además, anima a la afición a acudir al estadio este domingo para compartir una última fiesta:
“Es un día para celebrar, para agradecer, para que todos se sientan parte de este proyecto. Queremos regalarles una victoria.”
Más que fútbol
Loureiro deja una reflexión final que va más allá de los puntos y las clasificaciones:
“Cuando pase el tiempo, la gente no recordará si acabamos novenos o undécimos, sino cómo nos sentimos juntos. Las tardes en El Alcoraz, la emoción, la conexión… Eso es lo que quedará.”