Míchel alabó el juego del Huesca en la segunda parte contra el Fuenlabrada. Se le ha preguntado en rueda de prensa si había perdido el control del partido respecto a lo hecho en el primer acto donde fue muy superior y fue tajante: «Al revés. Hemos controlado el resultado más que nunca. No nos han tirado a puerta en toda la segunda parte». El técnico del Huesca enfatizó más el entrecomillado y desveló que en el descanso dijo a sus jugadores que «quería portería a cero en la segunda parte, solo eso. Y lo hemos hecho perfecto. No les hemos dado espacios y hemos tenido dos o tres ocasiones claras de gol, también. Para mí la segunda parte ha sido perfecta. Tan buena como la primera, pero diferente en el juego».
El preparador subrayó que con lo generado en la primera parte «nos valía para ganar el partido» y en la segunda, esa portería a cero era el objetivo para seguir ganando en confianza. También hizo un guiño a la afición y, en este sentido, dijo que «ha entendido lo que necesitábamos, que fuéramos fuertes sin balón, que no nos pillaran en transición. El partido que ha hecho hoy el equipo ha sido espectacular».
Preguntado por Cristo, Míchel señaló que vienne de un mes de entrenamientos «brutal» y llegó a reconocer que ha sido «un poco injusto con él porque he dado opciones a Eugeni, Juan Carlos, Rafa como doble punta y no encontraba el momento de meterlo. Muchas veces me iba a casa pensando que tenía que darle una oportunidad por ese trabajo que estaba haciendo tan brutal. Me alegro por él. Sé que nos tiene que dar mucho».
A pensar en el Málaga
En el lado positivo del partido, la recuperación de Cristo, la portería a cero, un partido sin sufrimiento, Míchel dijo que ya hay que olvidar todo lo bueno hecho contra el equipo madrileño porque a partir del domingo hay que pensar en Málaga. «No hay otra forma de ver esto. Somos un equipo capaz de ganar a cualquiera, pero hay que trabajarlo», señaló.
El técnico alabó esa segunda parte donde el Huesca expuso menos, supo jugar con el resultado, sufrir, juntarse «y pensar que cada acción es importante cuando no tienes el balón».
Por lo que respecta a los penaltis, Míchel explicó que el orden de tirarlos iba en función de la confianza de los jugadores encargados en lanzarlos que eran Cristo y Raba. «Al final se han quedado los fallos en anécdota, como con el Málaga, y seguiremos trabajando en ello, porque en un partido nos puede dar los tres puntos».