Tres partidos y tres sistemas
⚽️🦁 ¡Así vivimos el cierre de mercado del Real Zaragoza!
El 4-2-3-1 del duelo ante la Real Sociedad le dio a su equipo continuidad en el juego, pero no encontró un cierre a sus jugadas ni velocidad para cubrir sus espaldas. Probablemente no mereció perder, pero acabó condenado por una ley inquebrantable: las áreas. En la siguiente estación, ante el Andorra, Gabi volvió a su sistema de cabecera: 4-4-2. Esperaba ser un bloque más fiable, ganador, pero el equipo de Ibai Gómez le hizo sufrir en tres registros esenciales del juego. Ataque posicional, en transición y en el balón parado. Pudo empatar antes del descanso, pero también sufrir una goleada histórica poco después. Alertado por su fragilidad, Gabi Fernández decidió que en Castalia sería el Zaragoza de los principios mínimos.
La llegada de Pablo Insua, defensor de área por excelencia, le devolvió a un modelo impopular, al sistema de tres centrales. El equipo se resguardó en su área, vació sus goteras, pero no pudo contener la avalancha por fuera. Empató porque el Castellón pensó en marcar el segundo y no en proteger el primero. También porque Adrián Rodríguez y Yussif Saidu mantuvieron el partido vivo. Pero en el Real Zaragoza no se pudo ver el sistema como un triunfo, a pesar de que Gabi Fernández aplaudiera la defensa de su equipo. La verdadera medida estará en una cosa: si decide salir el sábado a mantenerla.
Real Zaragoza: la inercia y los sistemas
La duda tiene que ver también con un rival poderoso, que ha sabido ganar dos veces y empatar a la tercera. El Valladolid tiene muchas amenazas por fuera, dónde más sufrió el Zaragoza en Castalia. Entre ellos está el regate de Amath N´Diaye, la imaginación de Stipe Biuk o el descaro de Chuki. Hábiles en espacios reducidos y letales a la carrera, el partido será la prueba más exigente de este Zaragoza. Y si se atiende a su historia, eso hará que la victoria esté inevitablemente más cerca.
El comportamiento del colectivo definirá más la idea que el sistema y se resumirá en dos detalles fundamentales, en dos fases de la misma cadena: cómo se ordena el equipo con el balón y cómo se sitúa grupo el para evitar los riesgos de una pérdida. Llegados a este cierre, conviene revisar las pautas. Txema Indias ha fichado defensores de bloque bajo, a los que no les viene mal sumar un elemento. Básicamente porque están hechos para vigilar la guarida. Ante esa idea, la incógnita la responderá Saidu, que ya no le puede faltar a este Zaragoza. En muy poco tiempo se ha convertido en un termómetro de este equipo y está por ver el lugar que ocupa: si quieren que aprenda el oficio del defensa o intentan que gane yardas en la media.
Saidu es puro aire fresco. Y hoy parece la llave para cambiar el viento o las piezas. El mejor descubrimiento de Gabi Fernández puede ayudarle a resolver una pregunta fundamental: ¿Y este equipo a qué juega?