El Real Zaragoza ganó en el día de Gabi y también en el de Jair, aunque en una victoria de este tipo quizás es injusto personificar. Sea como fuere, el técnico madrileño está cumpliendo una de sus principales propuestas: vino a salvar al Zaragoza a través de la recuperación de causas perdidas. Y Adu y Clemente se ganaron un lugar en una historia en la que también está Vital.
Gabi fue a la guerra con Adu en el partido más importante de la temporada. Acostado en la izquierda, llenó su partido de esfuerzo e intención, un básico para La Romareda, innegociable en el fútbol de primer nivel. Si con él siempre fue más una cuestión de actitud que de habilidad, ante el Mirandés buscó revertir su situación desde una posición que siempre ha sentido como propia y que no siempre ha tenido en el Zaragoza: la banda.
Ares pareció el domingo más comprometido que nunca, un nuevo soldado para la causa. Cuenta con un apoyo fundamental que le respalda: Gabi es su valedor. Si su trabajo sobre el campo sirvió para reconciliarse con la afición, que le dedicó aplausos en el momento del cambio, durante la celebración del gol fue el primero en salir desde el banquillo. Adu vuelve a contar, en lo que es una gran noticia de cara a lo que queda.
Adu compite contra todos
El Zaragoza sigue fortaleciendo su coraza a través del papel de la segunda unidad. Aunque su puesto parece tener más competencia que cualquier otro, lejos de ser un problema, ahora parece una ventaja. En su punto se juntan Pau y Liso, también la posibilidad de agitarlo todo con los cambios. Aunque Adu parece estar en estos momentos un paso por delante de cualquiera. Gabi se propuso recuperarlo y en ello está