ZARAGOZA | Sin final en el Lejano Oriente. Así se queda el Casademont Zaragoza de Carlos Cantero que cayó por 64-70 ante el Denso Iris japonés, en las semifinales de la Park Shin-Ja Cup para ahora luchar por el tercer y cuarto puesto. Con solamente ocho jugadoras disponibles, el encuentro dejaba claro que sería dificultoso. Y así fue. Tras un partido muy igualado en la primera mitad, en la segunda se tiró por tierra todo el trabajo, dándoles alas a las niponas con parciales en contra de 9-0 y hasta 10-0 que acabaron pesando, y mucho, en el resultado final.
Las de Cantero, muy condicionadas por las ausencias de Mariona, Nerea y Mawuli (además de obviamente Leite) saltaron al parqué del Busan Sajik Gymnasium con solamente ocho jugadoras, entre las que destacó Merritt Hempe (MVP con 21 puntos, realmente fina con 6/8 en tiros de dos, 6/6 en libres, aunque algo fallona desde el triple, tampoco es su especialidad, con 1/4, además de 4 rebotes para 27 créditos). Veronika Voráčková también jugó un buen duelo, volviendo a ser una de las notas más positivas del equipo y facturando 10 puntos (4/9 en tiros de dos, 0/2 en triples y 2/3 en libres), junto a 4 asistencias y 6 rebotes, firmando la checa otro partido realmente completo. Finalmente, Aminata Gueye también hizo lo suyo con 14 puntos (4/11 en tiros de dos y 6/7 en libres), unido a 12 rebotes y 2 asistencias.
El duelo arrancó igualado. Ambos equipos comenzaron tanteándose, con dos canastas japonesas que abrían la lata, pero con una Hempe que se veía imponente y que se exhibía con 7 puntos en los primeros compases (8-4). Las japonesas, con una filosofía similar a la del Woori Bank (apostar todo al triple) no se veían con duda alguna y, lejos de temblarles el pulso, lanzaban sin dudar a canasta desde cualquier lugar, abriendo solamente un camino: o eran de 3 o nada. Y les salía bien la jugada, porque obligaban a Cantero a parar el duelo en el ecuador del periodo tras un parcial de 8-0 que empezaba a meter el miedo en el cuerpo (8-12).
Tras el parón, el equipo salió como una bala -con Pueyo como base recordando viejos tiempos- y un parcial de 9-0 llovió sobre las japonesas que veían complicarse el encuentro repentinamente (17-12). Sin embargo, un triple inapelable de las niponas y una pérdida en defensa echó por tierra el esfuerzo aragonés y dejó el luminoso en 17-17 al concluir el primer cuarto. Las caras lo decían todo: el Denso: aliviado, el Casademont: preocupado.

En el segundo cuarto, las de Cantero dejaron su impronta, mostrando sus mejores cartas. Eso sí, el primer ecuador del periodo fue un pulso igualado entre ambos, con ritmo vertiginoso por ambas partes, con Gueye haciendo buenas labores en la pintura y una Hempe que sacaba faltas por doquier para anotar a la postre los libres y plantarse con 28-26 a falta de 4.40 para llegar al descanso.
El objetivo del equipo japonés seguía basándose en sumar de tres en tres y a base de jugadas individuales estaba ejecutando su plan a la perfección. No obstante, un parcial de 5-0 gracias a un triple de Oma y dos libres de Laia permitían al Casademont marcar territorio. Por su parte, el conjunto entrenado por Vladimir Vuksanovic no renunciaba a nada y veía fructificar su modus operandi de «ensayo y error» tirando continuamente a canasta y anotando prácticamente todo lo que tenían para así seguir el ritmo a las de Cantero (33-32).
Eso sí, en el último suspiro, Voráčková se ponía modo jugona, Hempe volvía a producir desde el libre y Gueye hacía una vez más gala de su físico con un buen 2+1 que dejaba el encuentro en 38-34 al término del segundo cuarto. El cansancio era palpable y la rotación, con ocho jugadoras, escasa. Lo más positivo era el resultado y el buen hacer de estas tres jugadoras de Cantero.
De hecho, el Casademont Zaragoza se iba al descanso con números realmente irregulares, teniendo casi el mismo porcentaje en triples (3/9 con 33% acertado) que en tiros de dos (8/23, significando un gris 34%). Así, la lectura era clara: la puntería no estaba afinada, al menos cerca del aro. El Denso, por su parte, lo intentó con todo desde detrás del 6.75 (4/18 con 22%), aunque marcó la diferencia en tiros de dos respecto a las mañas, con un 10/23 (43%) en estos primeros 20 minutos.

Una segunda parte para el olvido
Tras la charla de Cantero, el Casademont Zaragoza salió realmente bien al parqué del Busan Sajik Gymnasium en la reanudación de la cita. Así, aunque el inicio fue dubitativo por parte de ambos, las de Cantero arrastraron las buenas sensaciones de final del segundo cuarto y con Fingall y especialmente Voráčková a la cabeza imponían la primera ventaja real a falta de 6.14 (44-36). No contentas con ello, las aragonesas siguieron estirando del chicle y, a pesar de que concedían 4 puntos con extrema facilidad, facturaban en ataque con una buena Gueye y una Hempe que seguía siendo un dolor de cabeza allá por donde pasara (49-41).
Sin embargo, en los compases finales, todo se volvió nublado. Tras ir 51-42, el Casademont no solamente dejó escapar una oportunidad de oro, sino que además le entregó las llaves a un Denso que, con un parcial de 10-0, le dio la vuelta al encuentro en menos de dos minutos para marcharse a los últimos 10 por delante con un 51-52 en el luminoso. El cansancio y la falta de jugadoras ahora hacía mella en un Casademont que, en este último tramo, había tenido excesivas desconexiones y pérdidas en campo propio, amén de que el equipo entrenado por Vladimir Vuksanovic estaba en estado de gracia, convirtiendo en oro todo lo que pasaba por sus manos. El devenir del encuentro no parecía alentador y mucho menos sencillo.
Así, ambas escuadras salieron a la pista para disputar un cuarto periodo en el que las de Cantero acabaron sucumbiendo. El inicio fue marcado por las rachas, primero con un parcial de 6-0 para las japonesas y a la postre de 9-0 para las mañas, que ponían el marcador en 60-58 a falta de seis minutos. Sin embargo, la claridad ofensiva del Casademont comenzó a esfumarse paulatinamente y el aro cada vez empezó a parecer más pequeño.
De esta forma, el partido se apretó, hasta que el Denso se escapó. Y es que las pérdidas y el cansancio fueron de nuevo el detonante para que las japonesas acabaran haciendo un parcial de 10-0, poner el luminoso en 62-70 a falta de un minuto, prácticamente cediendo el timón a las de Vladimir Vuksanovic. Hempe intentó recortar diferencias en la pintura, pero ya era demasiado tarde y el Denso pasaba a la final con un meritorio 64-70 ante un cuadro maño que, a pesar de no contar con más de ocho jugadoras, no había estado a la altura y había visto como la victoria se escapaba cual arena entre sus manos. El recorrido de las de Cantero no acaba aquí, pues todavía tendrán que jugar el tercer y cuarto puesto. Lamentablemente, las opciones de vencer la Park Shin Ja Cup, sí.