ZARAGOZA | Alba Bautista ha vuelto a pisar el tapiz este fin de semana, y lo ha hecho con la fuerza y elegancia que la caracterizan. La gimnasta turolense, que llevaba dos meses alejada de la competición por una lesión en el tobillo con recaída incluida, regresó en una exhibición celebrada en Sagunto, durante la segunda fase de la Liga Iberdrola de gimnasia rítmica.
El escenario elegido no podía ser más simbólico: una cita nacional y festiva, donde el equipo español mostró su potencial de cara al inminente Campeonato de Europa. Bautista participó con dos ejercicios, el de pelota y el de mazas, recuperando sensaciones y demostrando que está lista para lo que viene.
El regreso de Alba no es casualidad. Llega poco más de dos semanas antes del gran reto internacional del año: el Europeo de Tallín, que se disputará del 4 al 8 de junio. La turolense ha sido seleccionada para competir en la modalidad de pelota, y será una de las tres representantes españolas en la categoría individual, junto a Lucía González y Daniela Picó.
La presencia de Alba en esta competición refuerza la confianza del cuerpo técnico en su recuperación, su experiencia y su capacidad para competir al más alto nivel, incluso después de una lesión.
Un equipo que aspira a todo
En la expedición española también estará Inés Bergua, que capitaneará al equipo sénior en las pruebas grupales. La también aragonesa liderará un conjunto que el pasado año brilló en este mismo campeonato. El palmarés en 2024 fue espectacular: oro en el ejercicio de 3 pelotas y 2 aros, plata en los 5 aros y bronce en la clasificación por equipos.
Con ese precedente, y con nombres como los de Bergua y Bautista en la convocatoria, España vuelve a soñar con medallas. El trabajo acumulado en las concentraciones del CAR, la experiencia internacional y la progresión de las nuevas generaciones han colocado al equipo nacional como uno de los más sólidos del continente.
Alba Bautista: talento, madurez y resiliencia
La vuelta de Alba no es solo una buena noticia deportiva. Es también una demostración de resiliencia y madurez, cualidades que ha ido puliendo a lo largo de su trayectoria. A sus 22 años, sigue siendo una de las grandes esperanzas de la gimnasia rítmica española.
Su capacidad para reponerse, su limpieza técnica y su expresividad artística son armas con las que espera competir de tú a tú frente a las mejores gimnastas del continente. Tallín será una prueba exigente, pero también una gran oportunidad para volver a saborear el éxito.
Y si algo ha demostrado Alba Bautista es que, cuando las luces se encienden, ella siempre responde.