ZARAGOZA | Alberto Zapater ha anunciado su retirada esta misma mañana, en un emotivo vídeo dedicado al equipo de su vida. El capitán abandona el club con 421 partidos y La Romareda le despedirá en la última jornada.
Zapater inició su vida en Ejea y allí su “sueño se hizo más fuerte”. Alcanzó el primer equipo pronto, en el tiempo en el que los títulos estaban al alcance de la mano. Su debut en la Supercopa descubrió a un futbolista ejemplar, batallador, obrero, capaz de abarcar terreno y de regar el campo de esfuerzo. Se hizo imprescindible en aquel equipo lleno de talento; fue el comodín y el mejor ciempiés.
En 2009 se marchó entre lágrimas, obligado por las penurias que llegaron a la vuelta de la esquina. Pero regresó, porque en el fondo nunca se había ido. Alguien pensó una vez que a Alberto Zapater no le gustaba el fútbol, le gustaba el Zaragoza. Y quizá tuvo razón. El ejeano quiso ser líder en la dificultad, en una carrera perpetua contra la lógica y el tiempo.
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— Real Zaragoza 🦁 (@RealZaragoza) May 18, 2023
Vivió en el cielo y el infierno, asumió el papel de portavoz y fue uno de esos capitanes que predican con el ejemplo. Supo enseñar zaragocismo y apadrinó a los canteranos, que siempre hablaron su mismo idioma. Su testigo queda vigente en ellos, especialmente vivo en Francho Serrano, quizá porque se reconoció en él, en ese joven que un día fue Zapater.
Siempre dijo que en el fútbol que ha jugado, hay más derrotas que victorias. Pero ninguna le dolerá tanto como no haber devuelto al Zaragoza a Primera División. En los últimos días, había pedido una de esas prórrogas que solo ofrece el fútbol. Cordero y el Real Zaragoza se la han negado, en una de esas decisiones estructurales, que enfrentan a la opinión popular y que escenfican una batalla contra la leyenda.
Zapater dice adiós y se marcha el último eslabón del equipo que fuimos. Lo hace a través de un vídeo y a la espera de un homenaje inolvidable en La Romareda. Durante mucho tiempo, Alberto Zapater fue, simplemente, el Real Zaragoza.