ZARAGOZA | Andrea Torres será, con todas las letras, jugadora del primer equipo del Zaragoza CFF en la temporada 2025–2026. La futbolista riojana, que llegó al club en 2023 procedente del DUX Logroño, ha venido trabajando de forma constante en el filial, participando también con el primer equipo en los últimos dos cursos. Ahora, su esfuerzo tiene recompensa definitiva: será parte oficial de la plantilla que competirá en la Segunda RFEF.
Desde su llegada a Zaragoza, Torres ha construido su camino a base de trabajo diario y constancia, ganándose la confianza del cuerpo técnico y de sus compañeras. En la campaña 2023–2024, aunque registrada con el filial, ya se entrenaba regularmente con el primer equipo y sumó minutos en la categoría de bronce del fútbol femenino español. El curso pasado, su integración fue completa: vivió el día a día del equipo, compitió a un alto nivel y dejó claro que su sitio está entre las mejores.
A sus 22 años, Andrea representa el perfil ideal de futbolista en crecimiento: juventud, compromiso y una proyección que ilusiona. Su evolución ha sido constante y ahora, con plaza fija en el primer equipo, tendrá la oportunidad de consolidarse y aportar su mejor versión a un proyecto ambicioso como el del Zaragoza CFF.
Una pieza polivalente y versátil
Uno de los grandes valores que aporta Andrea Torres al equipo es su versatilidad táctica. Aunque en la última temporada ha rendido especialmente bien como extremo, también ha tenido minutos como lateral, demostrando una capacidad de adaptación clave para el engranaje del equipo.
Rápida, habilidosa y con una gran lectura del juego, Andrea ofrece soluciones tanto en defensa como en ataque, algo que sin duda será un recurso importante para el cuerpo técnico durante toda la temporada. Su presencia asegura profundidad por banda, pero también solidez en los repliegues y ayudas defensivas.
El Zaragoza CFF refuerza su identidad con talento propio
Esta apuesta por Andrea no solo responde a su nivel futbolístico, sino también a la filosofía de club. El Zaragoza CFF continúa reforzando su identidad dando protagonismo a jugadoras que han crecido dentro de la estructura deportiva del club. Potenciar el talento propio y reconocer el mérito del trabajo diario es una seña de identidad que se reafirma con decisiones como esta.
El objetivo no es solo competir con garantías en Segunda RFEF, sino hacerlo con jugadoras comprometidas con el escudo, como Torres, que sienten el proyecto y aportan en el vestuario tanto como sobre el césped.