ZARAGOZA | Andrés Borge y el Real Zaragoza separan sus caminos de forma definitiva, finalizando su relación contractual. El defensor abandona la entidad aragonesa tras llegar en 2018, en su etapa juvenil. Borge cuenta con un importante bagaje en categorías inferiores, lo que le ha llevado a tener cierta presencia en el primer equipo.
El de Binéfar fue partícipe de aquel equipo juvenil que se coronó campeón de la Copa de Campeones en el año 2019. En la siguiente temporada, combinó el protagonismo en a UEFA Youth League con apariciones en el Deportivo Aragón. Además, su trabajo fue recompensado en diciembre de 2019, fecha en la que debutó con la primera plantilla, en un encuentro de Copa del Rey. Sin embargo, un año después, Andrés Borge sufriría un importante revés. Se rompió el cruzado y tuvo que cesar la actividad futbolística hasta la temporada 21/22.
Una vez recuperado, Borge se erigió como una pieza clave en el Deportivo Aragón durante la campaña 22/23, disputando 33 encuentros y manteniendo la categoría. En la 23/24 disputó once encuentros con el primer equipo, pero los fantasmas volvieron a aparecer. En febrero del año pasado, una nueva lesión en su rodilla izquierda le privó de continuar su desarrollo futbolístico durante varios meses. Tras poner fin a los recurrentes problemas físicos, Borge se marchó al Arenteiro en calidad de cedido, donde disputó 16 encuentros. Ahora, el polivalente defensor continuará su carrera lejos del Real Zaragoza, lejos de su tierra, del lugar que le vio crecer.
El club de su vida
En su carta de despedida, Borge ha reconocido escribir uno de los mensajes más difíciles de su vida. Agradecido con todos aquellos que formaron parte de su sueño, admite haber soñado con devolver al Real Zaragoza a la máxima categoría del fútbol español. A pesar de que ya no pueda hacerlo en el verde, las líneas de su adiós revelan un sentimiento de apoyo constante, una pasión de quien lleva al conjunto aragonés en el corazón.