El técnico jienense, Juan Antonio Anquela, pasó por los micrófonos de sala de prensa tras la derrota de la Sociedad Deportiva Huesca por 3 goles a 0 en Getafe.
El entrenador azulgrana lamentó en primer lugar el gol que abría el marcador, el tanto de Juan Cala tras estrategia a balón parado que pillaba por sorpresa a los defensores oscenses: “El 1-0 nos ha matado, sabíamos que se podía producir, pero esto es el fútbol”. Por otro lado, también se mostró firme en la línea de toda la temporada, argumentando que el Getafe ha estado mejor sobre el terreno de juego y que ha sido un resultado justo: “El Getafe ha sido mejor que nosotros, les felicito. Ahora hay que seguir trabajando y peleando”.
Respecto al encontronazo con su jugador, David López, el entrenador se ha mostrado sensato y cauto, quitándole hierro a un tema que no debe empañar la excelente y digna temporada de este equipo: “Me ha recriminado y yo le he recriminado a él, pero son cosas normales dentro de un equipo de fútbol”.
Por otro lado, también sacó a la luz la ambición con la que esta plantilla ha trabajado durante toda la campaña. El entrenador expresó su tristeza tras delante de los medios: “Hoy estoy muy triste, enojado, porque queríamos más, sabíamos de las dificultades pero queríamos más”. También se mostró orgulloso de sus futbolistas: “En ocasiones hemos hecho más de lo que podíamos, pero hoy no hemos estado bien”.
Por último Anquela no se quiso pronunciar con claridad sobre su futuro y no está claro su continuidad en el club altoaragonés: “Ya miraremos, pero ahora mismo solo pienso en mi equipo. A partir de mañana empezaremos a valorar qué nos interesa o qué no nos interesa”.
Muchas gracias, míster. Y enhorabuena por lo conseguido, aunque en el desarrollo del partido la impotencia y tristeza le hayan podido.
Tenía, como dice, mucha esperanza en seguir adelante, como tantos de nosotros, y la evidencia de que no se puede nos vence y nos deja tocados.
No sé la decisión que tomará, seguro que la madurará y será inteligente, pero yo me quedo con algunas imágenes (excelentes, por cierto, y muy bien identificadas) al final del encuentro: quienes no estuvimos en el campo pudimos disfrutar del partido de otro modo, observando y analizando otros detalles.
Le vi alicaído en el banquillo ante la superioridad del Getafe, con el marcador ya imposible, como es normal. Porque los generales más grandes de cualquier ejército, ante estas circunstancias, también lo sufren.
Me fijé también cuando Bordalás y otro miembro del cuerpo técnico del Getafe (al final del partido y sobre el césped) se acercaron a usted y le dieron ánimos, diciéndole no sé qué, pero en un gesto humano de agradecer.
Puse mi atención, un poco más tarde, en el abrazo y “carantoñas” hacia usted de Leo Franco, con quien tantas batallas a nivel personal y ante la plantilla deben haber compartido. ¡Qué gran gesto de Leo, acompañarle en momentos de soledad y tristeza!
Y no quiero dejar de mencionar su gran gesto humano de felicitar, uno por uno, a todo el conjunto rival por su logro.
Míster, con toda modestia, le felicito por toda esta parte personal, no futbolística, pero sí humana y de reconocimiento a los sentimientos, emociones y valores personales. Fueron todo un ejemplo a sumar a su demostrada valía deportiva.
Fui crítico con usted al principio, hasta que llegó un día que me convenció de su valía profesional, que ya reconocí públicamente, y ahora le puedo decir que me ha ganado como persona.
Con toda sinceridad, siga el camino que siga (espero y deseo que sea en nuestro Huesca), ha ganado en mí un admirador que le seguirá siempre con ilusión. Piense en lo conseguido, que por segunda vez se queda en puertas de ascender a primera, y que a la tercera va la vencida.
De todo corazón, gracias y enhorabuena.