ZARAGOZA | Dramático, terrorífico, quizá inesperado. Toda España y parte de Europa se quedó a oscuras el pasado lunes. Sin embargo, en Zaragoza la luz llevaba horas apagada. Durante el derbi aragonés del pasado domingo, saltó el primero de los plomos y se fundió una bombilla que llevaba meses tintineando. Iván Calero, quien fuera uno de los mejores laterales de la categoría, ofreció un terrible espectáculo en el momento menos oportuno del año, y su futuro en el Real Zaragoza es cada vez más incierto.
Venía avisando, pues no es el primer partido infame de Calero esta temporada. Con Víctor Fernández se mantuvo firme, como uno de los mejores en su posición. Apenas tardó en hacerse un hueco entre los titulares y firmó actuaciones notables, incluso cuando el equipo ya se hundía. No obstante, con la llegada de Miguel Ángel Ramírez, nadie se salvó de la caída libre en la que entró el Real Zaragoza, y Calero empezó a bajar su nivel descontroladamente. Cada vez eran más errores, más groseros, hasta que, ya con Gabi en el banquillo, se cargó el partido contra el Racing de Santander tras ver dos tarjetas amarillas en tan solo 5 minutos.
Iván Calero, peor que nunca
Entonces, tras dos partidos sin jugar y un regreso como capitán en la vergonzosa derrota por 5 a 2 en el Ciutat de València, llegó el derbi aragonés. Iván Calero fue un aguafiestas en la celebración del fútbol de nuestra Comunidad. El lateral blanquillo fue inoperante tanto en ataque como en defensa. Su partido estaba siendo malo, pero fue su actuación en el gol del Huesca la que desató la ira de La Romareda. Gerard Valentín le encaró en carrera y, sin bastarle con entrar a destiempo, una vez fue regateado, Calero se cayó al suelo. La falta de contundencia de Jair en el área tampoco ayudó. El Huesca empató un partido que no mereció, pero que el Real Zaragoza desperdició.
No es el primer error del ’19’ blanquillo que cuesta puntos al Real Zaragoza, y la afición ha llegado a su límite con él. Se despidió entre pitos e improperios de quienes un día alabaron su fichaje. Llegados a este punto de la temporada, parece complicado que regrese a su mejor nivel, y su futuro en un Real Zaragoza que, seguro, se reforzará en verano está en el limbo. Iván Calero se apagó con el Real Zaragoza y, al contrario que el equipo, sigue sin encontrar corriente.