ZARAGOZA | 120 minutos y una vida. Así se resume la final más inolvidable de la historia del fútbol aragonés. Un rechace, una volea, una promesa. Cuando Daniel Torcal empujó ese balón dentro en el minuto 119, no solo marcó el gol más importante que jamás haya visto esta selección: empujó con él dos años de historia, de esfuerzo compartido, de una promesa que venía desde el alma. Y en ese preciso instante, mientras todo Aragón estallaba, en el banquillo alguien se tapaba la cara y se dejaba caer, por fin, liberado. A ese alguien, hoy, lo entrevistamos en este medio una semana después del hito cosechado.
Richi Civera, seleccionador de Aragón, ya no está en el césped de Acquaviva, pero sigue con los ojos húmedos cuando revive la película completa. «Estoy como si fuera una sensación de jet lag, de que si hubiera estado en Japón o en Corea, yo nunca duermo y los jugadores siempre me lo dicen y siempre se ríen un poco, bromean conmigo», confiesa. Lo dice alguien que ha vivido estos días con una intensidad brutal. «Han sido 13 días muy duros, muy duros, de un desgaste físico y, sobre todo, emocional importantísimo. Ha sido un gran desgaste».
Y es que Aragón no solo ganó la Copa de Regiones UEFA. La conquistó con épica, con fútbol y con una identidad reconocible. Empató ante el Hradec Králové checo (1-1), ganó a San Marino (0-1), barrió al Vojvodina serbio (0-3) y tumbó al todopoderoso Dolnośląski polaco (1-0). Solo encajó un gol en toda la fase final. «Salvo el primer empate en el que Aragón fue dominador del juego, de la posesión, del control del partido, pero sí que es cierto que esa acción de la República Checa, en el minuto 85, nos dio un toque de atención para decir que esta competición no permite ningún margen de error. Nos lo jugamos todo con Serbia, en la última jornada en lo que acabó siendo un partidazo, en el que Aragón dio un puñetazo encima de la mesa y mostró sus credenciales de cara hacia esa final», afirma.
#RFAF 𝗖𝗢𝗣𝗔 𝗥𝗘𝗚𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗨𝗘𝗙𝗔 I FINAL
🗣️ ¡Nos estáis solos chicos!
🎶Lalalalalalal, la, la, la, Aragón, Aragón, Aragón🎶
⌚️ Hoy, 20.45 h
⚽️ Aragón – Dolnósląski 🇵🇱
📺 @aragontv
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— Real Federación Aragonesa Fútbol (@futbolaragon) July 1, 2025
La final fue tensa, táctica, de esas que se ganan con fe y con pizarras, y en la que fueron necesarios hasta 120 minutos para determinar un ganador. «Era una mezcla de sentimientos asociados a la confianza. Recuerdo las palabras de Luis Alberto Pinto antes de salir: «Richi confía en nosotros, esto lo sacamos». Con todo ello, Aragón empezó dominando y, aunque tuvo que saber sufrir por momentos en la segunda parte, el partido les pertenecía, pero el resultado… era otro cantar. «Conforme pasaban los minutos veías que ese gol no llegaba. No obstante, siempre teníamos esa confianza, incluso en la última acción, la del gol de Torcal. Recuerdo que me decían los jugadores que con lo nervioso que soy, me veían muy tranquilo, aunque fuera exteriormente, porque por dentro… la tensión de una final europea te da mucha responsabilidad», asegura.
Transportándose a San Marino y al minuto 119, Richi Civera hace memoria: «Dijimos dentro del banquillo y cuerpo técnico: ahora viene el gol. Es una acción que teníamos trabajada. La prolonga Alex Muñoz, Charles la coge en el rechace, le pega de pena, pero ahí está el ratón de Torcal, que siempre está por delante y la mete dentro». ¿El grito de gol? No fue solo un estallido. Fue un llanto. «Mi madre falleció el día de Nochebuena, el 24 de diciembre, y la verdad que era una cosa que ya habíamos hablado con ella y me dijo que, sobre todo, que fuéramos campeones de Europa. Y lo hemos conseguido. Por ella», relata visiblemente emocionado, consciente de todo el significado que ha tenido -y tiene- esta gesta. «Creo que ese gol de Torcal lo empuja todo Aragón«, reconoce orgulloso.

Una preparación invisible
Sin embargo, nada de esto fue casualidad. El cuerpo técnico estudió a cada rival. «Michel, mi segundo, hizo magia. Videos, análisis, scouting… No sé ni de dónde los sacaba«, matiza entre risas, mientras cuenta que «teníamos claro que los polacos nos iba a cerrar por dentro, que acumulaban jugadores. Lo sabíamos. Y lo preparamos todo para abrir esas grietas», rememora. De hecho, muchos jugadores dijeron después que fue «calcado a lo preparado en los vídeos».
Más allá de competir, no todo fue presión. También hubo lugar para reír. «Chegu dormía tanto que se saltaba los desayunos. Luis García Melchor, el actual médico del Real Zaragoza, decía: «pero tiene que bajar o qué» y le decíamos «déjalo dormir, que luego marca». Y así era. He exprimido este viaje al máximo. Siempre les decía que disfrutaran cada minuto, cada entrenamiento. Ojalá me equivoque pero no sé si volveremos a tener una generación así, tanto con los jugadores, la relación con la federación, el staff… todo ha sido una gozada. No queríamos que acabara este viaje que empezó hace dos años«.
Volviendo al extremo del Épila: Chegu no solo dormía. Volaba. «Venía de jugar en el Épila ‘B’ y lo compaginaba con fútbol sala, y se ha convertido en uno de los jugadores más reconocidos del torneo. No obstante, el trabajo de los veinte ha sido impecable, una disposición total».

Lo que vino antes para Aragón
Pero antes de San Marino hubo guerra. Dos años. Todo comenzó con una primera convocatoria en noviembre de 2023. Después, llegaron las gestas: «Si no eres campeón de España, no juegas la Copa de Regiones UEFA. El camino ha sido una locura. Ganamos a Galicia, la actual campeona de Europa, a Canarias, a Madrid en el Pedro Sancho ante más de 2.000 personas y luego a Andalucía, que era la mejor selección, con dos grupos en Tercera RFEF. Hemos tenido que saber ganar, aunque también remontar», valora Civera. Luego vino la fase intermedia, en la que el combinado aragonés solamente encajó un gol, por los 15 que acabó endosando a sus rivales.
Por otro lado, sobre su futuro en los banquillos, Richi es tan prudente como sincero: «Estoy en una nube. No pienso en el futuro aún. Solo quiero saborear esto. Dios dirá, tengo que pensar en frío». Y como colofón final, lo dice sin dudar: «Esto es el triunfo de todo el fútbol aragonés. De los clubes, de los entrenadores, de las directivas, de los que cedieron jugadores, de los que nos apoyaron en Bulgaria, en San Marino… Este triunfo pone en valor el fútbol aragonés», concluye.