Con cuatro puntos cada uno y la misma diferencia de goles, el choque es un cara o cruz: Aragón necesita ganar al Vojvodina para acceder a la gran final del próximo martes 1 de julio. El empate no le sirve, ya que los serbios superan en goles a favor y saldrían beneficiados en el desempate.
El combinado dirigido por Richi Civera llega invicto: empate 1-1 ante Hradec Králové (República Checa) y triunfo por 1-0 frente a San Marino, selección anfitriona y una de las favoritas. En ese segundo encuentro, Rober marcó el único tanto y Aragón demostró solidez aguantando con uno menos durante casi diez minutos, y ahora toca demostrar ante el Vojvodina.
Aunque el equipo ha sido muy superior en juego y ocasiones, sufre de falta de acierto de cara a gol: 36 disparos en dos partidos, pero solo dos tantos convertidos. Mateo Lite, el portero aragonés, solo ha encajado un gol en toda la fase final y es uno de los baluartes de un equipo dominador en posesión y con gran solvencia defensiva.
Al otro lado estará un rival muy diferente. Vojvodina, actual campeón de Serbia, ha mostrado una gran eficiencia ofensiva: tres goles en esta fase final tras apenas cinco disparos a puerta. Jelico, su delantero, es su principal amenaza por físico y movilidad, aunque no contarán con dos jugadores por sanción, al ser el equipo que más tarjetas amarillas ha visto en el torneo (12).