El ciclista danés Asger Paaske ha devuelto a Torres – Sobato al lugar donde sueñan estar: lo más alto del podio en una prueba del ránking nacional. Su victoria en el Gran Premio San Lorenzo, disputado este 15 de agosto en las calles de Huesca, rompe una sequía de 1531 días sin triunfos de esta categoría para el conjunto aragonés, desde que Toby Perry ganara en Bierge en 2021.
Un regreso esperado con sabor a recompensa
La victoria de Paaske no solo marca un punto de inflexión en la historia reciente de Torres – Sobato, sino que también ratifica el trabajo colectivo de un equipo que salió a por todas desde el banderazo de salida.
“Estoy muy contento con el trabajo y el compromiso de todo el equipo”, afirmó tras la carrera Adrián Barceló, manager del conjunto. “Sabía que teníamos una de las mejores alineaciones del día, sino la mejor, y ya les hemos dicho de salida a los ciclistas que saldríamos a ganar”.
Desde los primeros compases de la prueba, los ciclistas de Torres – Sobato se mostraron combativos y atentos a cada movimiento. Joel Morales, por ejemplo, sumó puntos valiosos en las primeras metas volantes, lo que ya anunciaba que el equipo iba a ser protagonista.
Control del pelotón y golpe maestro de Paaske
La carrera vivió su momento clave en el ecuador, cuando un corredor de Controlpack lanzó un ataque que parecía peligroso. Sin embargo, la fortaleza y coordinación del bloque naranja permitió cerrar el hueco, manteniendo vivas las opciones de victoria.
La jugada maestra llegó a falta de cinco vueltas: Asger Paaske lanzó un ataque certero que nadie pudo seguir. Su esfuerzo individual culminó con los brazos en alto en solitario, firmando una victoria incontestable que lo sitúa como uno de los nombres propios del ciclismo amateur del momento.
“Esta victoria es de todos”, remató Barceló, en alusión al esfuerzo colectivo que sostuvo el triunfo individual del danés.
Doble premio: mejor equipo y mejor aragonés
La actuación de Torres – Sobato en Huesca no se limitó al triunfo absoluto. El conjunto se alzó también con el reconocimiento al mejor equipo del GP San Lorenzo, así como al mejor ciclista aragonés, redondeando una jornada inolvidable.
Este regreso a lo más alto del podio renueva la ilusión en el entorno del equipo y sirve como impulso moral de cara a los próximos compromisos del calendario nacional. Con jóvenes valores como Morales y corredores consolidados como Paaske, el futuro de Torres – Sobato vuelve a brillar con fuerza.
Más que una victoria: un símbolo de perseverancia
La espera ha sido larga. 1531 días sin victorias en pruebas del ránking nacional pueden pesar como una losa en un equipo con ambiciones. Pero esta victoria, gestada desde el compromiso, la estrategia y la confianza, confirma que el proyecto sigue vivo, ambicioso y con hambre de más.
Con este nuevo capítulo, Torres – Sobato no solo celebra un triunfo, sino que reivindica su lugar en la escena ciclista nacional. El nombre de Asger Paaske ya forma parte de su historia… y posiblemente del futuro más inmediato del ciclismo élite español.