Así sí

Mejor panorama que hace quince días tras la derrota frente al Córdoba tiene este Huesca, que no sólo no ha salido del descenso, sino que ha conseguido un partido de distancia cuando quedan seis, no sólo ha mejorado sus cifras goleadoras en ataque y cortado casi en su totalidad la sangría defensiva, sino que ha sido capaz de cambiar la actitud frágil y pusilánime, por una mentalidad positiva, férrea y ganadora en dos semanas, y eso es lo mejor de todo de cara a lo que viene.

Cuando acabe la Liga pasaremos facturas, yo tengo unas cuantas anotadas que creo que ahora no es cuestión de poner sobre la mesa, porque aquí se trata de sumar y no de restar, de que todo el viento sople en la misma dirección a pesar de que haya obstáculos en el camino.

Pero no quiero dejar pasar una cosa, porque sería injusto con lo que escribo y de quien escribo.

Tras la llegada de Anquela, y un par de meses en los que no supo o no pudo encauzar el rumbo del equipo con demasiados bailes de nombres, hombres y sistemas de juego, el técnico jienense ha encontrado la tecla adecuada, ya no tanto porque el Huesca juegue con once jugadores que ya casi salen de memoria, sino porque tiene un esquema, un sistema y una idea de juego definidas, y aunque a mi juicio ha tardado en llegar, la idea de Anquela ha llegado en tiempo y forma, y eso se plasma en el campo.

De los últimos 11 partidos con 33 puntos en juego, el Huesca enlazó 7 sobre 9, luego 0 sobre 12 y ahora 9 sobre 12, jugando de la misma manera, para algunos acertada, para otros no, pero al menos la idea se plasma sobre el césped, a veces con éxito, otras con acierto, pero siempre con una idea.

Atrás han quedado ideas como la de jugar con 2 carrileros sin tenerlos, con 3 centrales distintos cada partido por las circunstancias, o las alocadas ideas de terminar sin centrales específicos cuando el equipo va perdiendo, aunque la última esté algo reciente todavía en el recuerdo.

El Huesca de Anquela es capaz de ganar sin jugar a tumba abierta, sin atascar el ataque con hombres que en lugar de sumar se restan porque juegan de lo mismo y a lo mismo. Ahora juegan los que más aportan al equipo, y eso se nota en el juego y en el rendimiento. Porque, aunque para algunos la titularidad de Samu haya llegado tarde pues lo habrían puesto antes, los resultados le han dado la razón a Anquela, y no sólo cuando el equipo ha jugado bien, sino que en los partidos de zozobra total, Samu ha sido un ancla salvavidas que su antecesor no pudo o no supo ser en la idea de juego del técnico andaluz, aunque sería injusto olvidarse de la seguridad que en el centro del campo ha aportado Aguilera, no sólo para los centrales, sino para un Fran Mérida que ahora se sabe con las espaldas cubiertas, cosa que antes no sucedía.

Si a eso le sumamos el compromiso y el sacrificio de todos, nos resulta un Huesca ganador, mentalmente fuerte y que ha sabido tapar la boca a quienes fuera de Huesca le daban ya por candidato total a descender.

Y a pesar de esto no hay nada conseguido, pues quedan 6 partidos y con la brutal igualdad de esta Liga, es imposible decir si los partidos son fáciles o difíciles, pero lo que sí es seguro es que el Huesca va en buena línea y no la debería desaprovechar.

Y parte de culpa en esto la tiene Anquela, que ha fallado como todos, le sobran y faltan cosas, pero al menos, tras un inicio titubeante, ha sabido ser coherente con sus ideas y ahora empiezan a verse los resultados.

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