El Azulejos Moncayo CBZ ha demostrado que llega al tramo decisivo de la temporada en su mejor versión. El equipo dirigido por Sergio Lamúa se llevó un triunfo clave (85-91) en la pista del Motor Munich Cadí Manresa, en el partido de ida de la eliminatoria previa a la fase de ascenso a Segunda FEB. Los aragoneses firmaron un duelo muy serio, con temple en los momentos importantes y manteniendo pequeñas ventajas durante la mayor parte del encuentro. La vuelta, este sábado a las 19:00 en Zaragoza, será una final con sabor aragonés.
Un equipo lanzado: ocho victorias seguidas
El Moncayo CBZ cerró la temporada regular encadenando siete victorias consecutivas, siendo el equipo más en forma de toda la Conferencia A. En Manresa, los zaragozanos dieron continuidad a esa racha y firmaron su octava victoria seguida, confirmando que llegan a este play-off con la confianza y el juego necesarios para soñar a lo grande.
En un partido de alta tensión competitiva, los visitantes supieron manejar los diferentes parciales con inteligencia. Tras un primer cuarto muy igualado (24-25), mantuvieron su dominio con un segundo parcial favorable (18-23) que les permitió marcharse al descanso con una ventaja de seis puntos (42-48).
Reacción local, pero respuesta aragonesa
El tercer cuarto trajo consigo la mejor versión del Motor Munich Cadí Manresa, que logró un parcial de 28-25 y redujo la diferencia a solo tres puntos. El arranque del último periodo incluso permitió a los catalanes igualar momentáneamente el marcador, pero fue entonces cuando Azulejos Moncayo volvió a tomar el control, con una gran defensa colectiva y decisiones acertadas en ataque. El 15-18 final del cuarto volvió a inclinar la balanza hacia el lado aragonés, sellando el definitivo 85-91.
Seis puntos de renta para una final en casa
El próximo sábado 10 de mayo a las 19:00 horas, el Pabellón de Zaragoza será el escenario de la vuelta. Los aragoneses partirán con una renta de seis puntos, conscientes de que aún queda mucho por hacer, pero también con la moral por las nubes. La solidez mostrada fuera de casa es una señal clara de que el equipo está preparado para afrontar este reto.
La clave ahora estará en mantener la concentración, seguir con el mismo nivel defensivo y aprovechar el factor cancha para cerrar una eliminatoria que puede meter al club en la ansiada fase de ascenso a Segunda FEB.