HUESCA | El Bada Huesca no solo ha dado la talla sobre la pista esta temporada en la Liga Asobal, también lo ha hecho en la grada. El club oscense ha cerrado el curso como quinto equipo con mayor asistencia de público, un dato que reafirma el arraigo del balonmano en la ciudad y el respaldo incondicional de su afición.
En total, 27.946 espectadores han pasado por el Palacio de los Deportes durante los 15 partidos disputados como local, lo que arroja una media de 1.863 aficionados por encuentro. Este crecimiento se suma a una tendencia positiva iniciada hace dos temporadas, cuando el promedio fue de 1.463, y que subió a 1.637 el pasado curso.
Una grada que no falla
El aumento sostenido de espectadores –200 más por curso de media– sitúa al Bada Huesca como una de las plazas con mejor ambiente de la liga. Por delante solo se encuentran Ademar León, Tubos Aranda, Frigoríficos del Morrazo y Recoletas Atlético Valladolid, todos ellos clubes con una trayectoria histórica y ciudades más grandes o con más tradición balonmanística.
Este dato no es menor: en un campeonato tan competitivo como el actual, sentir el aliento de una grada entregada marca la diferencia. Y en Huesca, esa conexión entre equipo y afición vuelve a ser palpable jornada tras jornada.
Récords y cifras para el optimismo
La temporada 24-25 ha dejado, además, cifras globales de asistencia que confirman que el balonmano sigue ganando espacio. Más de 360.000 personas han acudido a los pabellones a lo largo de la campaña, el mejor dato en más de una década. El incremento con respecto al curso anterior es del 17,4%, y todo apunta a que esta tendencia al alza continuará gracias al alto nivel de igualdad y emoción que ha ofrecido la Asobal este año.
Prueba de ello es que la permanencia y las plazas europeas no se decidieron hasta la última jornada, generando un interés creciente en cada pista.
Un club en crecimiento también fuera del parqué
Este buen dato de asistencia llega en un momento de consolidación institucional para el club. La reciente renovación de Ignacio Suárez hasta 2027 o la continuidad de piezas clave como Ian Moya, reflejan un proyecto con proyección, que mira al futuro con ambición.
Todo ello contribuye a un ambiente propicio para seguir creciendo, no solo en lo deportivo, sino también en lo social. El Palacio de los Deportes se ha convertido en un punto de encuentro para cientos de familias y aficionados cada fin de semana, y esa fidelidad es el verdadero motor del club.
Un modelo que funciona
Mientras otros pabellones como el Guerrer@s Naveros o el Santiago Manguán destacan por su porcentaje de ocupación, Huesca destaca por su incremento sostenido de público y por su capacidad para seguir sumando sin depender de retornos ni campañas puntuales.
El Bada Huesca se ha ganado su lugar entre las mejores aficiones del país, y ahora tiene el reto de mantener ese ritmo y seguir alimentando la pasión por el balonmano en una ciudad que ya ha demostrado que siente este deporte como suyo.