HUESCA | El BM Huesca, como club, se enfrenta este domingo al partido más importante de su historia y lo hará en Aranda. Para el hombre, vivir es ser, y morir es dejar de ser. Para el Bada Huesca, también. Llegará a la pista castellana para jugar la última final de la segunda vuelta con el objetivo de conseguir la permanencia. Se dice pronto, pero el estrés de la competición está siendo brutal; la respuesta del grupo, magnífica. Ha competido en todos los partidos y se encuentra a 60 minutos de hacer realidad el objetivo.
Los refuerzos de invierno han sido vitales para un grupo golpeado desde la pretemporada. Ahora toca ese último esfuerzo, además, en una temporada tan emotiva como es con la marcha de dos de sus banderas: Miguel Malo y Adrià Pérez. Toca cumplir la última misión. Bada Huesca llegará a la cita con un 52% de posibilidades de mantenerse en la máxima categoría, un 21% de disputar la promoción y un 26% de descenso directo. El equipo de José Francisco Nolasco puede cerrar la temporada 24/25 en la 13ª plaza (64 combinaciones), en la 12ª (63), en la 14ª (52), en la 15ª (49) o en la última posición (15).
Lo mejor, ganar. El técnico subraya que lo más importante va a ser “saber jugar” contra Villa de Aranda y acertar en los procedimientos. Jugar tantas finales es un plus para su equipo. No necesita mentalizar a sus jugadores de lo que hay en juego porque de sobra lo conocen. “Cada partido nos ha ido aproximando a este. Estamos en el último y hay que conseguirlos”, acotó el preparador.
La pista de Aranda es particular en la ASOBAL. La afición aprieta mucho y Nolasco, como el equipo, es consciente de que se van a encontrar enfrente un siete que le va a querer ganar. Con esa presión, la personalidad de los jugadores va a ser importante y también de la pareja arbitral por no dejarse llevar por la fiesta de la grada. “Los árbitros que nos van a pitar ya saben cómo es esa pista y tengo total confianza en ellos. Es una buena pareja y van a ser totalmente neutrales”, recalcó Nolasco. A su equipo le pide que sepa jugar un partido “donde nos jugamos mucho”.