HUESCA | El Huesca ya ha acabado su stage de Benasque tras ocho entrenamientos y 144 horas de convivencia. Sergi Guilló ha aprovechado cada minuto para inculcar su trabajo. Ha habido charlas en los entrenamientos, pero no ha perdido la oportunidad para acercarse a sus jugadores fuera de los terrenos de juego. Además, no hay que olvidar la experiencia en aguas bravas que unió más si cabe al equipo en esta actividad lúdica. Benasque en una pretemporada es Disney, ya que todos es bonito y todos los fichajes son buenos.
El buen ambiente ha reinado entre los 29 jugadores, pero hubo un momento cumbre. La llegada de Sergi Enrich fue celebrada como una victoria en competición. Si había dudas respecto al delantero balear, todo quedó disipado con ese momento en el que los veteranos y los nuevos se unieron en una fiesta en el hotel de concentración del equipo. También ha habido momentos más complicados, ya que se ha visto a algún jugador hablando con Martín González con charlas que marcaban el futuro de jugadores que se quieren ir o que el club no quiere que continúen.
El camino del Huesca tras Benasque
La fase más dura de la pretemporada ha acabado y ahora llegan los amistosos. Siete partidos disputará el Huesca antes del inicio de la competición. Tarazona, Osasuna Promesas, Osasuna, Teruel, Castellón, Alavés y Real Zaragoza. El primero será ante el Tarazona en un choque en el que Guilló marcará sus primeras sensaciones. El técnico ha dado pistas sobre su sistema de juego y duda entre el 5-3-2 o el 5-2-3. Todo esto, un mes antes de que el Huesca reciba al Leganés en El Alcoraz el 17 de agosto.