ZARAGOZA| Txema Indias continúa dando pasos en forma de salidas, revolucionando la parcela defensiva. De forma temprana y con tintes de sorpresa, la última en producirse ha sido la de Bernardo Vital. El defensor portugués pone rumbo al Jagiellonia Białystok polaco y lo hace, según ha indicado el club, traspasado. De esta manera, Vital pone fin a una etapa no demasiado extensa, de tan solo una temporada, 35 encuentros y más carencias que certezas.
El defensor recaló en Zaragoza procedente del Estoril en agosto del verano pasado. Debutó en Cádiz, tan solo 3 días después de su llegada. Lo hizo como titular, sin apenas conocer a sus compañeros y en una plaza complicada. En el Nuevo Mirandilla, pareció nacer un líder, un central dominante en muchos registros. Ausente de carencias, sus mejores virtudes se vieron durante los partidos siguientes. Sin embargo, la caída del equipo reflejó un Vital Irreconocible en muchos tramos, extremadamente revolucionado, una sombra de lo que un día pareció ser. La falta de confianza partió en mil pedazos un central entero, un futbolista que nunca terminó de recuperarse de dicha caída.
El luso trató de desplegar su juego a base de mínimos, aspectos básicos que en ocasiones taparon sus recurrentes imperfecciones. Tras mostrar durante buena parte de la temporada un extenso catálogo de defectos, Vital comienza una nueva aventura en un contexto muy diferente. Llega a uno de los colosos del fútbol polaco, presente en Europa en la campaña pasada. Enérgico en cada acción, vehemente en la protesta y precipitado en su fútbol, Bernardo Vital encarna una de las decepciones mayúsculas de la temporada, una de las salidas necesarias en un Real Zaragoza con aires de renovación.