ZARAGOZA | Fueron necesarias dos prórrogas, más de 200 puntos entre los dos equipos y un esfuerzo titánico para que el Casademont Zaragoza lograra su 13ª victoria en ACB, tras vencer al Bilbao Basket por 104-111. Y es que los rojillos llegaron a perder por 15 puntos tras dos primeros cuartos al tran–trán, pero, tras el descanso, tuvieron un cambio de actitud —también en defensa— y, con más paciencia que un pescador sin caña, lograron, tras dos prórrogas, llevarse el gato al agua.
La victoria en sí ya es importante, pero lograrlo ante uno de tus perseguidores y a falta, tras este encuentro, de solamente dos jornadas, hacen de este triunfo algo vital para las aspiraciones futuras en Europa, que vuelve a asomar en el horizonte con el 11º puesto que actualmente ostentan los maños. En esta victoria, mucho tuvo que ver Trae Bell-Haynes quien firmó un auténtico partidazo, b 28 puntos, 12 asistencias y 6 rebotes para 40 créditos de valoración.
Al inicio, el Bilbao salió mucho más fuerte en las dos parcelas de la pista y le bastó poco para tomar las riendas del partido, con un buen De Ridder que anotaba 5 puntos y un Rahkman que se prometía como un dolor de muelas permanente (11-6). No obstante, fue Sylla quien rápidamente anotó hasta 6 puntos consecutivos que ponían por primera vez en jaque a Rodrigo San Miguel, que pedía su primer tiempo ante el evidente dominio local, fruto de una defensa blanda y poco intensa (17-10).
Tras el interludio, el Casademont espabiló y con Miguel y Mencía, en estado de gracia con 6 puntos seguidos, volvieron a dar señales de vida hasta ponerse en 22-18 a falta de 40 segundos. En el último momento, Watson lograba una buena canasta en la pintura para seguir en la pelea (25-20). El triple era la asignatura pendiente (0/4 frente a 4/9).
En el segundo cuarto, en apenas minuto y medio, Bagayoko emergió para tomar un papel protagonista y se jactó del desorden defensivo rojillo (hoy de blanco) facturando dos canastas consecutivas, unidas a las de Rabaseda y Rahkman que daban la batuta de mando a los locales, que en menos de 90 segundos gozaban de una diferencia de hasta 9 puntos a su favor (32-23). Aprovechando el viento a favor, el Bilbao siguió percutiendo como Pedro por su casa y, entre las pérdidas visitantes y su consecuente mala defensa, llegó a ponerse con una ventaja de hasta 15 puntos (45-30), obligando nuevamente a Rodrigo San Miguel a parar el encuentro para que la sangre no llegara al río.
Tras la pausa, el Casademont cogió carrerilla y creció desde el ataque, encomendándose a un afinado Trae Bell-Haynes que lograba 8 puntos consecutivos y a un Miguel que lograba hasta 4 para dar un giro de 180 grados al encuentro y ver la luz al final del túnel a falta de 40 segundos para el descanso (51-42). Sin mayor historia, el Casademont aprovechó el viento a favor y con Dubljevic a la cabeza desde el triple se marchó 48-43.
Tras el descanso, el Casademont despertó ante Bilbao
En la reanudación, el partido se puso eléctrico nada más comenzar, y primero golpeaba el Bilbao vía Frey y De Ridder para poner el luminoso al primer minuto de juego en 58-48. Sin embargo, rápidamente, Dubljevic y Trae acortaban el trecho desde el triple para así no perderle la cara a un partido que pronto empezó a desordenarse para el beneficio de los rojillos que, aunque recibieran 5 puntos de Dragic, mejoraron, y mucho, en defensa.
Mucho tuvo que ver la salida del joven Youssouf Traoré en pista, inédito hasta ahora, en el puesto de ‘5’, y la alineación al unísono de Spissu y Bell-Haynes. Así, el Casademont fue creciendo poco a poco. Primero era el propio base italiano el que convertía para empatar el parcial, y a la postre eran Yusta y especialmente Traoré, duro como una roca, los que lograban imponer la ley maña y marcharse 73-69 al último cuarto. El equipo llegó a perder por 15, por lo que 4 puntos de diferencia no parecían tanto.
Tras dos primeros minutos de desacierto y con la corazonada de que el equipo que facturara de forma consecutiva se llevaría el gato al agua, el Casademont se puso el cuchillo entre los dientes para los últimos diez minutos del encuentro. Bell-Haynes y Spissu rápidamente empezaban a puntuar, seguido por Yusta, que a falta de 5 minutos para la conclusión de la cita se inventaba un triple marca de la casa que prácticamente reiniciaba el partido (77-75).
Ponsarnau pidió tiempo muerto para bajar las pulsaciones visitantes, pero el daño ya estaba hecho y vía Dubljevic, y especialmente Trae Bell-Haynes, que siempre que volvía a pista era un tormento para el rival, igualaban la contienda (80-80) a falta de poco más de dos minutos para el final. No contento con ello, Sulejmanovic se inventó un grandísimo 2+1 para, por primera vez en todo el partido, poner a los de San Miguel por delante en el momento más trascendental (80-83). En los últimos compases, Pantzar lograba una buena canasta y Bagayoko sacaba una falta, quizá algo rigurosa, en la que anotaba un punto para poner el 83-83 al final del tiempo reglamentario y marcharse a la prórroga.
Una prórroga que no resuelve nada
Tras un primer minuto de desacierto, fruto en parte del cansancio, el Bilbao golpeó primero al Casademont, con Rahkman y Bagayoko para poner el luminoso en 87-83 en los primeros compases. San Miguel, ni corto ni perezoso, pidió tiempo muerto para ordenar las ideas y tuvo un efecto inmediato, porque Miguel y Dimsa se inventaron dos triples que, con permiso del propio Bagayoko, ponían el resultado en 90-90 a falta de un minuto y medio.
Cada punto era un mundo y, en otra oleada vasca, el Bilbao lograba endosar 4 puntos consecutivos al Casademont, que eran repelidos rápidamente por Trae Bell-Haynes, desde el libre, para que todo siguiera sin resolverse a falta de 29 segundos (93-94). En el último suspiro, Yusta lograba anotar un libre y Bagayoko, sobre la bocina, lograba una canasta milimétrica para marcharse al que sería el segundo tiempo añadido (95-95).
El segundo tiempo añadido dicta sentencia
El partido, que para algún historiador tendría connotaciones de la Guerra de los Cien Años, continuó su curso tras la reanudación del juego, con un buen Dubljevic y un excelentísimo Bell-Haynes que lograba un triple y una canasta para, con permiso de Rahkman, poner el luminoso en 101-102. A falta de dos minutos y medio, cualquiera se podía llevar el partido, pero el Bilbao no tenía los ases bajo la manga de Bell-Haynes y Dubljevic, que se echaban al Casademont a la espalda para rematar la faena de una vez por todas y sellar la 13ª victoria (la primera en la era San Miguel) con 104-111. Los vascos ya no pueden alcanzar a los maños, por lo que Europa vuelve a guiñar el ojo a los maños.
Ficha de partido entre Bilbao Basket y Casademont Zaragoza:
BILBAO BASKET (104): Frey (6), Rahkman (22), De Ridder (13), Jones (2), Dragic (14) -quinteto inicial-, Domínguez (2), Gielo (-), Bagayoko (10), Pantzar (17), Rabaseda (1), Sylla (10) y Kullamae (7).
CASADEMONT ZARAGOZA (111): Bell-Haynes (28), Yusta (10), González (15), Dubljevic (21), Sulejmanovic (9) -quinteto inicial-, Spissu (6), Slaughter (-), Mencía (6), Watson (2), Traoré (6), Moreno (-) y Dimsa (8).
PARCIALES: 25-20 / 28-28 / 20-21 / 10-14 / 12-12 / 9-16.
ÁRBITROS: Carlos Cortés, Joaquín García y Guillermo Ríos.
ELIMINADOS: Los locales Spissu (36′) y Yusta (48′).
INCIDENCIA: Encuentro correspondiente a la jornada 32 de la ACB disputado en el Bilbao Arena ante 7.354 espectadores.