El Bada Huesca consigue una importante victoria en la pista de Villa de Aranda y Dijà sufre una grave lesión de tobillo por la que fue trasladado a un hospital de la localidad burgalesa.
Bada Huesca ya puede tachar de su lista de pistas malditas la de Villa de Aranda. Ya sabe lo que es ganar allí. El siete de Nolasco cuajó otro de esos partidos que se asientan sobre la fe y el juego. Le tocó remar y mucho. Siempre acosó a los arandinos que gobernaron el electrónico durante un buen puñado de minutos para ver cómo se diluían en los últimos compases del partido. Aranda ya sufrió lo propio en la pasada jornada en la Catedral. No pudo sujetar su ventaja y Anaitasuna les empató. En esta ocasión nunca gozó de ventaja suficiente como para marcar distancia, sintió siempre la presión del bloque de Nolasco y terminó rindiendo bandera. Arguillas paró una bola decisiva con 26-25 y Teixeira metió dos latigazos para voltear el electrónico, el último (casi) sobre la bocina.
Ánimo a Diógenes, que sea leve!!!!!!