El Casademont Zaragoza femenino abre este jueves su temporada oficial con un desafío mayúsculo: la eliminatoria previa de la Euroliga Femenina, que arranca en Brno (República Checa) frente al Zabiny Brno. El encuentro de ida, fijado para las 19:00 horas, marcará el primer paso en un cruce a doble partido que decidirá si el club aragonés mantiene su presencia en la élite continental por tercer año consecutivo.
Un rival con experiencia y viejas conocidas
El sorteo no ha sido benévolo con el conjunto de Carlos Cantero, que se mide al único adversario de la fase previa que ya compitió en Europa el curso pasado. El Zabiny mantiene gran parte del bloque que le dio buenos resultados en su liga doméstica y ha sumado refuerzos de nivel, entre ellos dos caras conocidas para la afición rojilla:
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Shante Evans, ala-pívot que vistió la camiseta del Casademont la pasada campaña.
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Artemis Spanou, exjugadora del Bourges Basket que se enfrentó a las aragonesas en cuartos de final de la Euroliga y dejó muy buenas sensaciones.
Ese bagaje convierte al cuadro checo en un adversario más exigente que el CS Phoenix Constanta rumano, al que el Casademont superó cómodamente la temporada anterior en esta misma ronda.
Bajas importantes para el estreno
El equipo aragonés afrontará el partido con dos ausencias de peso. Nerea Hermosa continúa con su proceso de recuperación y no estará disponible todavía. Tampoco podrá jugar Carla Leite, que sigue en Estados Unidos disputando los playoffs de la WNBA. La francesa solo podría incorporarse a la eliminatoria si su equipo cae eliminado y el tránsfer llega antes del partido de vuelta.
Estas bajas obligan a Cantero a ajustar la rotación y exigir un esfuerzo extra a su plantilla, que llega a la cita tras una intensa preparación de verano, incluida una gira en Corea del Sur que ha servido para reforzar la química y el trabajo colectivo.
Un inicio de temporada de máxima exigencia
La eliminatoria ante el Zabiny Brno servirá no solo como examen europeo, sino también como punto de partida para una temporada cargada de retos. Apenas unos días después de resolver este cruce, el Casademont Zaragoza afrontará en Huesca la Supercopa de España (27 y 28 de septiembre), primer título en juego del curso.
Por eso, este duelo en la República Checa se percibe como un momento clave: lograr un buen resultado en la ida significaría llegar con confianza y ventaja al partido decisivo en el Príncipe Felipe, programado para el miércoles 24 de septiembre a las 20:00 horas. Se espera que el pabellón zaragozano presente un ambiente espectacular, con una marea roja empujando al equipo hacia la fase de grupos de la Euroliga.
Confianza y ambición en la plantilla
Desde dentro del vestuario, el mensaje es claro: respeto al rival, pero sin miedo. La capitana Helena Pueyo ya adelantó que esperan un partido duro y físico, aunque confían plenamente en sus opciones. “Tenemos muchas ganas de arrancar y de competir al máximo nivel. Sabemos que no será fácil, pero vamos a dejarnos todo en la pista”, afirmó en la previa.
El reto europeo ya está en marcha. El Casademont Zaragoza viaja a Brno con la ilusión intacta y la convicción de que este cruce puede ser el inicio de otra temporada para recordar en el baloncesto femenino aragonés.