Balenciaga, central del Logroño, fue el primer jugador en consolar a Camas tras fallar el 7 metros que le hubiera dado el empate a Bada contra el siete riojano. Son amigos. Sergey, el portero que mutó en héroe del partido, habló por la noche con el extremo aragonés. Son amigos. Y eso es lo que hace grande este deporte. Muchos han compartido vestuario. Eso sí durante el partido hubo guerra psicológica entre el extremo y el portero. Se conocen bien. Se tienen estudiados. Camas le ganó la partida hasta esa última jugada. Una pena. «Ha sido una noche larga. Hasta las cinco de la mañana mirando al techo. Pensando en ese 7 metros una y otra vez», dice Camas con el mismo aplomo que suelta que volvería a tomar la responsabilidad «una y mil veces más». Ha visto la foto de la parada muchas veces, como el vídeo. Y no se amilana. Si tiene que asumir otra vez la responsabilidad en una jugada similar, se alistará de voluntario.