HUESCA | En el año 1040, un alud arrasó la zona de Los Arañones, expulsando a sus habitantes. Hoy, casi mil años después, esa misma explanada pirenaica acogerá a más de 80 países en el Campeonato del Mundo de Mountain & Trail Running, consolidando a Canfranc como epicentro mundial del deporte de montaña.
La transformación de este lugar no ha sido casual. En el siglo XX se plantaron siete millones de árboles, se construyeron diques secos y se aplicaron modelos de ingeniería forestal e hidráulica pioneros en el mundo. Así se dio forma a un entorno donde la montaña no es obstáculo, sino impulso para una comunidad que vive y respira al ritmo de sus cimas.
La Estación Internacional, punto de partida de un sueño
El símbolo arquitectónico de Canfranc, su estación internacional, cumple 97 años este 18 de julio. Inaugurada en 1928 bajo el proyecto de Fernando Ramírez de Dampierre, fue posible gracias al ingeniero Benito Ayerbe y su revolucionario sistema de protección con muros de piedra seca.
Desde su construcción, Canfranc se convirtió en un lugar de paso, de encuentro y, más recientemente, en un referente de las disciplinas de montaña. La estación será, en septiembre de 2025, el corazón de un evento que reunirá a miles de atletas y aficionados del trail running.
Un siglo de pasión por los deportes de montaña
El vínculo de Canfranc con los deportes de montaña no es nuevo. En 1925, el zaragozano Lorenzo Almarza soñaba ya con una estación de esquí. En 1927, los militares del Col de Ladrones ya practicaban esquí de montaña, y un año después, nacía Candanchú, la primera estación de esquí con vocación técnica y abierta a todos.
Ese espíritu pionero pervive en el ADN de la comunidad, que desde 2007 organiza la Canfranc-Canfranc, una maratón de montaña que ha evolucionado hasta convertirse en un evento con trazados de altísima exigencia técnica y belleza natural incomparable.
Canfranc-Canfranc, de carrera local a referente mundial
“Cuando empezamos con la primera Canfranc-Canfranc, salimos poco más de 20 personas”, recuerda con emoción Fernando Sánchez, actual alcalde de Canfranc. Lo que nació como una pequeña iniciativa local, ha evolucionado hasta convertirse en una prueba internacional con miles de participantes y un prestigio global.
Fue en 2015 cuando la carrera dio un salto decisivo: se incorporaron nuevas modalidades como la ultra de 100 km y 8.840 m de desnivel, la vertical de Rioseta a Tuca Blanca, o el espectacular ascenso al Porté y La Moleta. El diseño lógico, exigente y hermoso de los trazados convenció tanto a atletas como a las federaciones.
De Aragón al mundo: el reconocimiento de las grandes federaciones
El trabajo constante fue reconocido primero por la FEDME y luego por la RFEA, que confiaron en Canfranc para albergar campeonatos regionales, nacionales y más tarde, Copas del Mundo. En 2024, la localidad acogió el primer Mundial Máster, antesala del gran evento que llegará en 2025.
El próximo 24 de septiembre, Canfranc recibirá a atletas de 80 naciones en un desfile que marcará historia. Una cita que cerrará un círculo abierto hace 97 años y que reconoce el compromiso, la visión y el amor por la montaña de generaciones enteras de canfranqueses.
Un legado de montaña, esfuerzo y comunidad en Canfranc
Este Mundial no es solo una competición: es una celebración de todo lo que representa Canfranc. Una comunidad que ha vivido cara a cara con la montaña, que la ha respetado y transformado con trabajo colectivo, visión ecológica y pasión por el deporte.
“Allá donde estén hoy, Fernando Ramírez de Dampierre, Benito Ayerbe, Eugenio Bonelli y Lorenzo Almarza seguro que sonríen”, concluye el comunicado oficial. Porque en cada zancada de los corredores de 2025, latirá el alma de todos aquellos que convirtieron este rincón del Pirineo en un ejemplo para el mundo.