PARÍS | Carlos Alcaraz ha vuelto a escribir una página gloriosa en la historia del tenis español. El murciano se proclamó este domingo campeón de Roland Garros 2025 tras imponerse al italiano Jannik Sinner en una final para el recuerdo, que ya es la más larga de la historia del torneo con cinco horas y media de duración. El español levantó el trofeo tras una remontada épica, culminada en el supertie-break del quinto set.
Con tan solo 22 años, Alcaraz ya cuenta en su palmarés con cinco títulos de Grand Slam, dos de ellos en la tierra batida de París, y ha demostrado una vez más que su capacidad competitiva y su mentalidad lo sitúan en la élite absoluta del deporte.
Sinner acarició la gloria… pero Alcaraz no se rindió
El duelo entre los dos mejores tenistas del momento, número 1 y 2 del ranking ATP, prometía espectáculo y no defraudó. El italiano llegaba a la final en un estado de forma impecable, sin haber cedido un solo set en todo el torneo y tras haber dejado por el camino a Novak Djokovic.
En el arranque, Sinner impuso su ritmo y se llevó la primera manga por 6-4 tras quebrar el saque de Alcaraz en el momento clave. En el segundo parcial, el transalpino llegó a tener 5-2 a su favor, aunque el español reaccionó a tiempo para forzar el tie-break. Aun así, el italiano se impuso con solvencia (7-4) y colocó un preocupante 2-0 en el marcador.
Todo parecía encaminado hacia una victoria clara de Sinner. Más aún cuando rompió el saque de Alcaraz en el inicio del tercer set. Pero fue entonces cuando emergió el carácter indomable del murciano, que encadenó cuatro juegos consecutivos para llevarse el parcial y meterse de nuevo en el partido.
La épica se instala en la Chatrier
El cuarto set alcanzó un nivel emocional y técnico descomunal. Sinner volvió a colocarse por delante y tuvo tres bolas de partido cuando sacaba para ganar el título. Pero Alcaraz, con una mezcla de garra, talento y resistencia, salvó todas y logró romper el servicio de su rival. La manga se resolvió en el tie-break, donde el español se mostró implacable y valiente para forzar el quinto.
Con el público completamente entregado, el último set fue el broche perfecto a una final que ya era histórica. Alcaraz rompió el servicio de Sinner en el primer juego y mantuvo la ventaja hasta el 5-4. Pero cuando servía para cerrar el partido, el italiano logró una rotura agónica. El desenlace no podía ser otro: súper tie-break final.
Allí, el español se mostró intratable. Con una derecha letal y una sangre fría digna de los más grandes, arrasó a Sinner en los últimos puntos y se coronó campeón de Roland Garros por segunda vez.
Un campeón para la historia
Esta victoria refuerza el dominio mental y competitivo de Alcaraz sobre Sinner, al que ya ha vencido en los últimos cinco enfrentamientos directos. Aunque el italiano conserva por ahora el número uno del ranking, el español le ha recortado 2.030 puntos tras su triunfo en París, lo que alimenta una rivalidad que promete marcar una época en el tenis mundial.
Con este nuevo título, Carlos Alcaraz consolida su condición de heredero natural de los grandes mitos del tenis español, y sigue escribiendo su propia leyenda en una carrera que no conoce límites.