ZARAGOZA | El sueño continúa y nadie se quiere despertar antes de tiempo. El Casademont Zaragoza abre este jueves a las 18:15 horas, en el Príncipe Felipe, la ida de las semifinales de la Liga Femenina Endesa frente a Spar Girona en uno de los duelos más importantes y épicos de la temporada. Será el primer asalto de una eliminatoria a doble partido que se decidirá el domingo (18:00 horas) en Fontajau. Un cruce de alto voltaje, con billete para la final y para la Euroliga 2025 en juego, pues acceder a la final de los playoffs garantiza un puesto en la mejor competición europea de clubs del Viejo Continente.
Tras una serie durísima frente al Hozono Global Jairis, el equipo aragonés encara este nuevo reto con determinación y con el respaldo de su afición, que volverá a llenar las gradas para convertir el Felipe en una caldera. De hecho, al día y medio de sacar las entradas, ya se habían vendido hasta 1.700 (información de este pasado martes), por lo que, entre los abonados y las que se vendan estos días hacen pensar que las de Cantero contarán con un gran número de fieles que les acompañarán en este primer asalto.
Disputar la ida como local puede ser decisivo. El Casademont sabe que necesita sacar una renta positiva en casa para afrontar con más garantías el duelo de vuelta en tierras catalanas, donde Girona, primer clasificado en Liga Regular, se hace fuerte. Por ello, el objetivo es claro: salir con todo, sin reservar fuerzas, y aprovechar el empuje de la Marea Roja para llevar la iniciativa de la serie. En tierras catalanas tocará sufrir —o quizá no—, pero todo se afronta mejor si se viaja con una renta positiva desde casa. El precedente más cercano en cuartos dejó buenas sensaciones, sobre todo en el partido disputado en Zaragoza, donde las aragonesas mostraron su mejor versión. Repetir ese nivel será fundamental para construir un resultado sólido.
Girona, líder mermado
Spar Girona llega como campeón de la Liga regular, pero lo hace seriamente debilitado por las bajas, al igual que Casademont. La salida de su MVP, Chloe Bibby, unida a las de Natasha Mack y Mamignan Touré, ha dejado su rotación reducida a ocho jugadoras. Aun así, mantiene piezas clave que saben competir a alto nivel y que exigirán el máximo a un Casademont, que tampoco está para tirar cohetes a nivel de ‘roster’.
De hecho, el conjunto aragonés también tiene sus propios obstáculos. Obviamente, no podrá contar ni con Gatling ni con Nerea, y Tanaya Atkinson es duda por problemas físicos. La marcha de Brianna Fraser a la WNBA también ha mermado el juego interior, aunque la llegada de Merritt Hempe ha aportado consistencia y experiencia, algo vital en este tipo de eliminatorias.
Pese a ello, el equipo mantiene una línea ascendente y ha sabido sobreponerse a los contratiempos. Jugadoras como Helena Oma, recientemente renovada, y la incansable capitana, Mariona Ortiz, marcan el rumbo de un equipo que se ha hecho fuerte en casa y que buscará en este primer partido la ventaja necesaria para afrontar la vuelta con confianza. También serán fundamentales los puntos de Stephanie Mawuli y Helena Pueyo, dos de las armas más afiladas de Casademont a la hora de facturar. Se antoja clave que Shante Evans recupere su mejor versión y Marié Mané siga siendo correosa y un auténtico dolor de muelas para el rival a la hora de confeccionar jugadas. Laia Flores ha recuperado sensaciones tras las duras críticas y se asume que Ellen Nystrom podría llegar a tener minutos con cuentagotas en caso de necesitarla el equipo por otras lesiones o rotaciones.
El Príncipe Felipe, el gran aliado
El Casademont ha hecho del Príncipe Felipe un bastión. Nunca antes había ganado tantos partidos como local en una fase regular y el ambiente que se vivirá este jueves será, sin duda, un plus anímico. Las entradas siguen disponibles y se espera una gran entrada para empujar desde el salto inicial. Con el factor cancha a favor en este primer duelo y el aliento de su afición, el Casademont Zaragoza se prepara para dar el primer paso hacia una final histórica. El Felipe ruge, y Zaragoza sueña.