ZARAGOZA | Nuevo reto a la vista para el Casademont Zaragoza de Rodrigo San Miguel, que a partir de las 12:30 horas del domingo recibe al colista, el Covirán Granada, en un partido vital para que los maños asciendan del 12º puesto actual y puedan luchar por cotas europeas en las tres jornadas restantes que quedarán tras el duelo en el Príncipe Felipe. El playoff está fuera de todo plan, con las 5 derrotas en los 6 últimos partidos, pero el objetivo de jugar la FIBA Europe Cup sigue en el horizonte con las 12 victorias actuales.
Este encuentro será el primero de Rodrigo San Miguel ante su gente. Tras la destitución de Porfi Fisac la semana pasada, el exbase zaragozano tomó los mandos y en su primer test ante Baskonia (90-84) el equipo volvió a caer, pero con claros síntomas de mejoría tanto a nivel individual como colectivo, de un equipo que volvía a tener alma, que volvía a aportar color en cada jugada y que se sentía de nuevo ensamblado. Se espera la baja de Jaime Fernández, confirmado por el propio San Miguel en la rueda de prensa previa, y de Marco Spissu por problemas en la espalda, quien, en palabras del propio técnico, ve difícil la participación del base italiano: “De momento no hemos podido contar con él, quedan dos días y es difícil que pueda estar”, dijo el coach ayer viernes.
Enfrente un Granada que no atraviesa un buen momento desde hace tiempo, y cuyos credenciales son 7 triunfos y 23 derrotas que lo colocan último en la clasificación. De hecho, el cuadro andaluz no puede fallar, pues en caso de que pierda este encuentro descendería matemáticamente y, en caso de ganarlo, tendría que esperar a que el Bàsquet Girona perdiera para seguir vivo una semana más. Por ello, la motivación y la sed de batalla para los de Pablo Pin no será un problema. Si eso un motivo para que el Casademont no se confíe en ningún momento del duelo ante un Granada tan necesitado como herido.
En el conjunto granadino, destacan dos jugadores por encima del resto: el ala-pívot francés Amine Noua y el recién fichado escolta americano Sam Griffin. El primero atesora una media de 15,7 puntos por encuentro, unido a 6,5 rebotes y 1,3 asistencias para 17,2 créditos de valoración, la más alta de todo el equipo, en los 28:47 que Pin lo mantiene en pista. El segundo, en 5 partidos ya ha dejado su impronta, con 15,2 puntos; 1,8 rebotes y 2 asistencias para 12,8 unidades en los 22:53 que suele jugar.
Con todo ello, el Casademont intentará llegar a su 13ª victoria ante un rival ante el que a priori es superior, pero que no venderá barata su piel ni mucho menos. El Príncipe Felipe y la Marea Roja tendrán mucho que ver en el deselance de un partido vital para ambos conjuntos.