El Casademont Zaragoza se enfrenta este sábado (18:00) a un desafío mayúsculo en el Buesa Arena ante el Baskonia, en un partido que marcará el estreno en el banquillo de Rodrigo San Miguel como primer entrenador del conjunto rojillo. Tras una semana de altos vuelos, con victoria ante Leyma Coruña y la posterior destitución de Porfirio Fisac, el equipo viaja a Vitoria con poco que perder y mucho que ganar.
Un estreno con pocas presiones y muchas oportunidades
Pocas plazas más exigentes que el Buesa para estrenarse, pero también pocas circunstancias más propicias para hacerlo con la cabeza despejada. San Miguel lo sabe: “Es una responsabilidad, pero me siento con fuerzas. Esto es baloncesto y llevo mucho tiempo haciéndolo”. El técnico zaragozano asume el cargo de forma interina con la naturalidad que le da el ser “un hombre de club”, como él mismo se definió en su presentación.
Y aunque no se esperan cambios radicales, sí podría verse una versión más suelta y revitalizada del equipo, algo que ya se percibió en la última victoria y que ahora se pondrá a prueba ante un rival de talla Euroliga.
Casademont busca reencontrarse fuera de casa
Los números lejos del Príncipe Felipe han sido demoledores: solo dos victorias en catorce salidas, ante MoraBanc Andorra y Básquet Girona, por doce derrotas. Romper esa dinámica sería el primer gran paso para soñar con mantener la undécima posición actual y pelear por volver a Europa el próximo curso.
El equipo llega al duelo con la necesidad de mostrar otra imagen, no solo para este cierre de temporada —quedan cinco partidos—, sino también para demostrar que esta plantilla tiene más nivel del que los resultados han reflejado. San Miguel insistía: “Tenemos jugadores de mucha calidad. Hay que recuperar anímicamente al grupo”.
Baskonia, talento y urgencias europeas
El conjunto dirigido por Pablo Laso ha sido también irregular este año, pero su techo es altísimo. Ya fuera de Euroliga, enfoca todas sus energías en alcanzar el playoff de la Liga Endesa. De hecho, los vitorianos vienen de ganar en Valencia tras dos prórrogas, en uno de los partidos más vibrantes de la temporada.
Recuperan para este choque a Chima Moneke, que se suma a un bloque de estrellas como Markus Howard, Sedekerskis o Hall, lo que augura un duelo muy exigente para el debut de San Miguel. A pesar de ello, el técnico aragonés se mostró ilusionado: “Va a ser un partido divertido de ver”.
Más que un partido: un ensayo general
Además del marcador, este encuentro será también un examen para el futuro. San Miguel no se esconde: “Primero tengo que ver cómo me siento. Quizá me encuentro fenomenal y el club considera que hay gente mejor. Lo aceptaré con honestidad”. Pero está claro que esta es una oportunidad de oro para demostrar que tiene algo que aportar como líder del proyecto.
Por eso, y pese a lo complicado del reto, el Casademont Zaragoza se presenta este sábado ante Baskonia en Vitoria con ilusión, sin presión y con ganas de dar la sorpresa.