ZARAGOZA| El Casademont Zaragoza no está pasando por un buen momento. Ya se avisaba hace unas semanas del difícil y comprimido calendario que tenía por delante, y el conjunto rojillo no lo está llevando bien. Con 4 derrotas en los últimos 5 encuentros, de las cuales tres consecutivas han sido en Liga Endesa. Los pupilos de Porfi Fisac deben volver a levantar el vuelo para los próximos compromisos para subir sus prestaciones. Especialmente, de cara al duelo de este domingo en la pista del Covirán Granada (12:30 horas). La derrota ante Oporto, fue muy preocupante por el juego y la actitud del equipo, y siembra algunas dudas de cara a ambas competiciones, ya sea europea o doméstica.
La cruel derrota frente a Baxi Manresa (92-93) ha hecho mucho daño a los propios jugadores del Casademont Zaragoza. Y es que, con la posibilidad de prácticamente lograr la clasificación para la Copa del Rey, vieron cómo la mala gestión de los últimos ataques y un arbitraje más que cuestionable les complicaron mucho las cosas. Sin embargo, más allá de la cuestión deportiva, donde parece que más ha afectado la derrota al equipo masculino es en el marco anímico. En el importante partido de FIBA Europe Cup de ayer en la pista del Porto, el Casademont volvió a caer derrotado (86-75), despertando serias preocupaciones en el entorno y dejando claro que, como mínimo, el equipo está tocado en el plano mental.
Se vio a un equipo abatido, precipitado en ataque, con poco acierto y especialmente con muchas pérdidas (16). El cuadro aragonés despertó las malas sensaciones de las derrotas lejos del Príncipe Felipe ante Patrioti Levice o Valencia Basket y la realidad es que esto no puede ir más allá de un partido si se quiere remontar el vuelo. Con aún mínimas posibilidades para ir a la Copa –todo pasa por ganar en Granada y recuperar el “average” con Manresa o Barça– el cuerpo técnico debe hacer un trabajo de recuperación importante, tanto en el plano físico y anímico. A continuación, vienen partidos importantes para el futuro en la competición europea y el objetivo de sellar la permanencia en Liga Endesa lo más pronto posible. Y, teniendo esto en cuenta, no hay que irse muy atrás en el tiempo para ver lo que puede suceder.
Una segunda vuelta marcada por una derrota
El Casademont Zaragoza se encontraba en la misma situación hace un año aproximadamente. En un partido clave en casa para clasificarse para la Copa. Perdió contra Morabanc Andorra (72-76) en otro partido muy ajustado, y se esfumaron todas las opciones. A partir de ahí, dura eliminación en la FIBA Europe Cup ante el Niners Chemnitz alemán y una segunda parte de competición doméstica para olvidar. Tan solo 5 triunfos complicaron la situación de un equipo que pasó de estar en media tabla a sufrir y lograr la permanencia en las últimas jornadas de liga, casi con el agua al cuello.
Es el principal temor de la Marea Roja, que no quiere que la última derrota liguera hunda al conjunto rojillo en el pozo. Porfi Fisac y los jugadores que estuvieron la temporada pasada (Yusta y Bell-Haynes, entre otros) deben hacer uso de la experiencia y levantar a un equipo con dudas para volver a reencontrarse con su mejor versión. Contra antes, mejor