Con unas fases previas desiguales, en las que Chóliz no encontró su esgrima, ambos tiradores afrontaron los cruces eliminatorios hasta caer en el Tablón de 8 (cuartos de final). Montorio, que se había mostrado fuerte en las poules, recibía una lección de sable por parte de Javier López, del Club Esgrima Madrid, y viejo conocido del CEH, ya que venció en el Torneo de San Jorge de Huesca de 2015, mientras que Chóliz, que venía de un fácil 15-4 en Tablón de 16, disputó un apretado asalto con el a la postre vencedor de la prueba, el conquense Alberto del Pozo, que se resolvió por 15 tocados a 12.
En el cuadro femenino no fueron bien las poules para la sablista del CEH. A pesar de ello, llegó a la semifinal, donde terminó cayendo frente a la vencedora del torneo María Ballesteros, que superó a Mónica Bravo (CEM) en la final, logrando así su primera victoria en competición oficial.
Acompañó a la representación oscense su entrenador Fernando Gabarre, quien señalaba que «estos torneos regionales nos permiten ir compitiendo a un nivel próximo al nuestro, pero con tiradores de categoría que te exigen máxima concentración» y agradecía la especial implicación del club conquense Espadas Colgadas en un fin de semana muy complejo en cuanto a comunicaciones, debido a la nieve, que impidieron ver a tiradores de Valencia y Alicante en pista.