HUESCA | El partido de Adrián Pereda en Albacete marcará el final de temporada del Huesca y su futuro. El tercer portero del equipo oscense jugará el partido que lleva esperando toda su vida. Debutará como titular y tendrá la oportunidad de demostrar su potencial. Ha jugado en dos partidos, pero ante el Racing de Santander lo hizo con dos jugadores menos en su equipo y ante el Real Oviedo con un futbolista menos. Por primera vez su equipo no estará en inferioridad y podrá sentirse arropado de la defensa de gala que le preparará Hidalgo para el Carlos Belmonte. En sus 90 minutos que acumula en Segunda ha recibido cuatro goles y ha hecho cinco paradas de mérito.
Pereda es un trotamundos. Empezó su carrera en el Racing de Santander y ya en edad cadete se fue al Deportivo de La Coruña. De Riazor se fue a La Cerámica y de allí a La Rosaleda. Su potencial lo midieron tres históricos del fútbol español antes de recalar en el Huesca. Martín González le prometió ser el tercer portero del primer equipo y minutos en el filial azulgrana. A sus 21 años aceptó el reto y ha crecido durante todo el año con Adrián Mallén como entrenador de porteros y con dos referentes como Dani Jiménez y Juan Pérez para aprender de sus dotes de cancerberos.
El debut de Pereda en el Huesca
El portero de 194 centímetros y 21 años (cumple los 22 el 14 de mayo) tiene esa oportunidad que marca a todos los porteros. Lo normal es que una lesión o una sanción les abra las puertas del fútbol profesional. Por ejemplo, Casillas debutó en el Real Madrid por la lesión de Illgner y las sanción de Bizarri. En el Huesca la historia del tercer portero tuvo en Jorge Larrosa a un referente. El portero oscense jugó tras ser expulsado Miguel en Córdoba y tras estar lesionado Dani Hernández. Poco después el Huesca firmó en la 2009/2010 a Toni Doblas.