HUESCA | “Estamos cortando las clavijas de Cotatuero, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, para devolver a la naturaleza el santuario de bucardos y los urogallos, que fueron exterminados por el cazador británico Lord Bruxton”. Así de claro. La actuación del ecologismo radical ha cercenado uno de los pasos más icónicos para acceder al Refugio de Góriz, que ha denunciado en sus redes este acto vandálico. En la grabación, también se explica que “ya era hora de reparar ese crimen tan atroz cometido contra la naturaleza de los Pirineos”.