El CD Teruel continúa su puesta a punto y lo hace con señales positivas. En su último amistoso de pretemporada jugado este sábado, el conjunto de Vicente Parras derrotó por 1-0 al Ejea, equipo de Segunda RFEF, en un partido disputado en el Estadio Pinilla, con más calor que público y mucho contenido táctico.
El choque, más allá del resultado, sirvió para probar diferentes escenarios de juego, con una primera mitad de dominio ofensivo y una segunda de repliegue y control del espacio. Un ensayo muy completo a pocos días de comenzar la temporada en Primera Federación.
Un once ofensivo y vertical desde el inicio
Parras apostó por una alineación reconocible y sin concesiones, con solo quince jugadores utilizados y sin dar minutos a los futbolistas a prueba. En el once titular destacaron Rubén bajo palos, defensa de cuatro con Royo, Nico, Del Moral y Andrés, y una sala de máquinas sólida con Relu, Redón y Blesa. Arriba, Teddy, Goyo Medina y Sergio Moreno lideraron la ofensiva.
El plan fue claro desde el pitido inicial: presión alta, circulación rápida y ataques verticales. El Teruel salió con ambición y generó peligro muy pronto. En el minuto 5, una falta botada por Blesa casi se convierte en el primer gol. Minutos después, Teddy rozó el tanto con un disparo desde la frontal que encontró respuesta en el meta Acín.
El único gol del partido llegó pasada la media hora, tras una gran acción por la derecha de Andrés. El balón rebotó en Goyo Medina y cayó a los pies de Sergio Moreno, que no perdonó. El navarro, que actuó como mediapunta con libertad de movimientos, fue uno de los más destacados, participando en casi todas las jugadas ofensivas.
El Ejea responde con orgullo, pero sin pegada
Pese al dominio rojillo, el Ejea no se escondió. Bajo la batuta de Luso Delgado, el conjunto cincovillés mostró buenos momentos con balón y trató de competir de tú a tú cuando el Teruel bajó una marcha. Les faltaron nombres clave como los hermanos Sola o Carrasco, pero el joven David Iglesias volvió a demostrar que tiene calidad para jugar más arriba.
Aun así, el Teruel pudo ampliar la ventaja antes del descanso, con llegadas claras de Medina y Teddy que no acabaron en gol por muy poco.
Parras cambia el guion tras el descanso
En la segunda mitad, Parras quiso ensayar otro tipo de partido. Dio entrada a Bernad en portería y poco después a Albisua, que reforzó el centro del campo tras sustituir a Sergio Moreno, algo tocado. El cambio trajo consigo una modificación táctica clara: defensa de cinco, con Relu como central entre Nico y Del Moral, y carrileros largos con Royo y Andrés.
La nueva disposición buscaba simular partidos de máxima exigencia, como los que esperan fuera de casa en campos grandes y ante rivales de mayor posesión. El Teruel cedió terreno voluntariamente, permitiendo al Ejea tener balón y ganar metros, aunque sin conceder ocasiones claras.
El bloque bajo funcionó bien y permitió al equipo trabajar salidas rápidas al espacio. En ese contexto, Merencio tuvo una gran oportunidad tras un pase largo de Andrés, pero no acertó en la definición. También Fondarella dejó detalles interesantes por banda, abriendo huecos para que Goyo y Teddy generasen peligro en transiciones.
Un test exigente que deja buenas sensaciones
El partido terminó sin sobresaltos y con sensación de control en todo momento por parte del Teruel. El marcador se quedó corto, pero el equipo dejó claro que tiene recursos para adaptarse a distintos escenarios, tanto de dominio como de contención.
Vicente Parras, muy activo desde la banda, se mostró satisfecho tras el choque:
«Era importante probar distintas situaciones. Habrá partidos donde no podamos dominar y tenemos que saber sufrir«, explicó tras el encuentro.
Sergio Moreno, más que una solución provisional
A la espera de que llegue el delantero centro que busca la dirección deportiva, Sergio Moreno sigue demostrando que puede ser un recurso valioso. Aporta trabajo, conexión entre líneas y llegada. Si finalmente aterriza el ansiado ‘nueve’, el técnico tendrá un bonito dilema, porque el ‘7’ rojillo no quiere salir del once.