ZARAGOZA | El fútbol traza puntos en común, historias encontradas. Esos caminos parecen más próximos entre Real Zaragoza y Atlético de Madrid, con una relación escrita desde la propiedad. Esa es una historia ya conocida, contada en muchas ocasiones. Maniobras de distracción al margen, basta revisar la estructura accionarial para encontrar los hilos que unen ambos clubes. Si en los primeros cursos de la nueva propiedad el vehículo parecía marcado por las sinergias, ahora el pasado atlético deja huellas en puestos troncales de la estructura deportiva. También en la primera plantilla.
Gabi Fernández quedó en la historia de este juego como una leyenda rojiblanca. También líder en Zaragoza, Miguel Quintana acuñó un término que resumió sus años El Estadio Vicente Calderón: “más cholista que El Cholo”. Txema Indias estuvo en el filial rojiblanco una temporada. De ese curso parte su amistad con Mariano Aguilar, una de las voces más relevantes del consejo del Real Zaragoza. Descontados ellos, quizá la gran novedad de esta temporada es que cuatro futbolistas pasaron por la cantera del Atlético de Madrid: Keidi Bare, Toni Moya, Alberto Tachi y el recién llegado Paulino de la Fuente.
Juntos por segunda vez en el Real Zaragoza
Juntos ahora en Zaragoza, todos llegaron a coincidir antes en el mismo equipo, en la temporada 15/16. Fue en el División de Honor Juvenil del Atlético de Madrid. El técnico era Óscar Fernández Romero, que logró hacer campeón a aquel equipo en el grupo madrileño. El Atleti desbancó al Real Madrid y al Rayo Vallecano y levantó el título con un punto de ventaja. De aquel año hay una foto que hoy parece un documento esencial. Un zaragocista la envió a esta redacción, consciente de que había un mundo entero alrededor de ella. Llegados a este punto conviene hacer otra nota al pie. En aquella plantilla también llegó a aparecer Theo Hernández, estuvo el portero Miguel San Román, el lateral Caio Henrique o Salomon Obama, que adquirió mucha fama junto a su hermano Fede en los Torneos de Brunete.
El paso de Paulino de la Fuente por El Cerro del Espino fue el más fugaz de todos, rescindido a los pocos meses de aterrizar en la estructura. La evolución de Keidi Bare y la ilusión que provocaba Toni Moya les llevó a debutar en el primer equipo en el año siguiente. Bare lo hizo en enero del 2017 y Moya, el más joven de los cuatro, tuvo que esperar a octubre para cumplir su sueño de siempre. Alberto Tachi, una clave defensiva de aquel equipo, buscó su lugar en el Alavés, donde probó la Primera División. El mismo camino siguió Paulino, que tuvo otras estaciones en Pachuca, Logroñés, Málaga y Oviedo. También Moya jugaría después en Mendizorroza, antes de aterrizar en La Romareda. Bare, por su parte, tuvo al Málaga y al Espanyol como estaciones previas a Zaragoza.
El fútbol ha reunido diez años después cuatro caminos en el equipo de Gabi Fernández. En este lugar y este momento parece menos casual que otros casos frecuentes en este juego. Las fotos del presente en el Real Zaragoza tienen pasado atlético.