ZARAGOZA | La salida de Iván Azón en el pasado mercado invernal llevó al Real Zaragoza a apostar por Dani Gómez como recambio. Aunque se trata de un delantero con un perfil diferente, Juan Carlos Cordero confió en él, especialmente por el buen recuerdo de su etapa en el Tenerife. La esperanza era recuperar aquella versión del ariete alcorconero que ofreció su mejor fútbol en la categoría.
Sin embargo, ocho meses después de su llegada, Dani Gómez no ha alcanzado el rendimiento esperado. Con solo tres goles en media temporada, el delantero no ha logrado convencer a la afición blanquilla. Las expectativas, ya de por sí bajas tras su irregular paso por el Levante y el Valencia, han ido en la misma línea de lo que ha mostrado sobre el césped.
Aun así, desde su aterrizaje en Zaragoza ha mostrado compromiso, esfuerzo y actitud. En su debut en La Romareda tuvo la mala fortuna de ser expulsado por una acción muy discutida, lo que condicionó sus primeros pasos con la camiseta blanquilla. Desde la llegada de Gabi Fernández al banquillo, solo ha sido titular en 4 de los 11 partidos posibles. A pesar de ello, el zaragocismo recuerda con especial cariño una de las últimas grandes alegrías vividas en casa: su gol en La Romareda que supuso un auténtico balón de oxígeno para el equipo.
En las últimas semanas también se habló de su posible alto salario, un factor que podría influir en una hipotética salida. A comienzos de julio surgió un rumor sobre el interés del Aris Salónica, equipo de la primera división griega, aunque esa opción no ha vuelto a cobrar fuerza.
Por ahora, con un mes de mercado por delante, Dani Gómez continúa trabajando con el grupo. Su objetivo sigue claro: revertir su situación y demostrar que puede ser un jugador importante en este nuevo proyecto del Real Zaragoza.
(*) Artículo escrito por Alejandro Beatobe.