Nueve horas de coche
Tras ganar el oro en Sierra Nevada y coger los billetes directos para el Mundial Sub 23 y el europeo tocó meterse en el coche. Nueve horitas para disfrutar del paisaje de sur a norte de España. Hasta Zaragoza. Regresó con la selección aragonesa y Manu Martos al volante. En Sierra Nevada se quedaron su padre y su hermano. Otras dos joyas. El ‘pequeño’ Álvaro quedó quinto en cadetes. Francisco, el padre de las dos criaturas, séptimo en veteranos y ‘comido’ por los nervios como la madre, Clara, siguiendo a la familia desde la distancia. El padre y el pequeño se han quedado en Sierra Nevada para otras competiciones.

Y nueve horas después, poco después de salir del coche, Dani Osanz aún tuvo tiempo y educación para dejar en un guasap de voz sus impresiones. Envidiable. “Estoy muy muy contento de conseguir el campeonato de España absoluto. Lo tenía como algo a largo plazo. Para mí era un sueño y la verdad es que estoy muy contento”, reitera Dani Osanz que llegó a la línea de salida de la prueba de Sierra Nevada consciente de que era uno de los dueños de las zapatillas que iban a marcar el ritmo del ascenso.
La carrera estuvo marcada por el fuerte viento, con ráfagas de 150 kilómetros por hora. “La carrera ha sido muy técnica y he sabido regular para atacar en el momento justo. Abrí bastante hueco y conseguí ganar con dos minutos de diferencia sobre el segundo”, explica el jaetano que sigue en una línea de progresión tremenda.
El kilómetro Vertical se hizo sobrre un duro trazado de 4,8 kilómetros. La salida se ubicaba a 2.150 metros, la meta, 1km vertical más arriba, es decir, superando con creces los 3.100 metros de altitud, una altura donde el oxígeno ya no hace tanto provecho para alimentar el esfuerzo del músculo, a lo que hubo que añadir las rachas de viento que endurecieron aún más la prueba.