Un sueño cumplido
Monzón, centrocampista polivalente, se define como un jugador trabajador y con buen golpeo de balón. Para él, recibir la llamada de la selección ecuatoriana fue un momento especial. «Cuando vi mi nombre en la convocatoria, me sentí muy orgulloso y con muchas ganas de ir», confiesa el jugador del Real Zaragoza.
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En su primera experiencia con la Tricolor, el equipo realizó entrenamientos en Guayaquil, concretamente en la ciudad deportiva de Daule y en el estadio del Barcelona SC. Allí, la selección ecuatoriana disputó dos amistosos contra Brasil, con un balance positivo: derrota por 2-1 en el primer duelo, pero victoria por 1-0 en el segundo.
Ecuador, un equipo con ambición
El torneo sudamericano Sub-17 es una competición de alto nivel, donde las mejores selecciones de Latinoamérica compiten por el título y la clasificación al Mundial de la categoría. «Es de los torneos más importantes que hay, por no decir el que más», asegura Monzón, convencido del potencial de su equipo. «Veo que somos un grupo muy unido y capaces de lograr cualquier cosa», añade.
El joven zaragocista ha encajado rápidamente en el grupo, formando buena relación con sus compañeros. «No conocía antes a Iker ni a Adrián, pero enseguida conectamos muy bien», comenta.
Objetivo: ganar el Sudamericano
Con una selección talentosa y el apoyo incondicional de la afición ecuatoriana, Monzón no oculta su ambición. «Aspiramos a ganar el Sudamericano Sub-17, tenemos un muy buen equipo y la gente nos apoya mucho», afirma con seguridad.
Para el Real Zaragoza, la presencia de Diego Monzón en este torneo es una gran noticia, pues demuestra la calidad de su cantera y la proyección internacional de sus jugadores. Sin duda, una oportunidad de oro para el joven centrocampista, que buscará dejar su sello en el torneo y seguir creciendo como futbolista.
