ZARAGOZA | El Real Zaragoza ha proyectado una reestructuración completa, una reformulación del primer equipo en todas sus áreas. Capítulo aparte merece el cuerpo médico, en el que Luis García Melchor es desde el 1 de julio jefe de los servicios médicos. Especialista en medicina deportiva, su carrera está plagada de años en el fútbol aragonés. Con años de experiencia en La Ciudad Deportiva, su última experiencia llegó en La Federación Aragonesa, donde formó parte de una hazaña única. El fútbol aragonés reinó en Europa y el Real Zaragoza volvió a llamar a su puerta.
La reformulación de la estructura parte de una propuesta, que situó a Luis García Melchor como la mejor cabeza visible. Como ya adelantó este medio, el grupo Arthrosport dará soporte médico al Real Zaragoza, en un colectivo formado por seis traumatólogos y un anestesiólogo. La reestructuración incluye además un equipo de fisioterapia renovado casi en su totalidad, en el que hay una huella común: el sentimiento zaragocista.
Definida la estructura de fisioterapia
David Lahoz, Eduardo Alastrué, Iván Villanúa y Jorge Pellicena formarán el cuerpo de fisioterapia en el día a día del primer equipo. El grupo tendrá además dos piezas externas como soporte si fuera necesario: Nacho Dieste y Jero Roldán. Entre todos los fisios hay caminos cruzados y puntos de encuentro, que se resumen a través del tiempo compartido en La Ciudad Deportiva. Luis García Melchor elige para el mayor reto de su carrera a personas de su máxima confianza, a cuatro fisios a los que conoce a la perfección. Todos reúnen dos cosas: talento en su profesión y una devoción especial por el escudo del león .
El último en llegar ha sido Iván Villanúa, que se estrenó en la concentración de Benasque. Villanúa vuelve a la que siempre sintió como su casa, a un lugar en el que se estrenó en la profesión. Fue en el año 2006, en unas prácticas de su carrera a las que solo él se presentó. Villanúa aún recuerda aquella primera consulta. A las 8 de la mañana y con las luces medio apagadas le presentaron a su primer paciente. Iván no sabía si podía ser un futbolista del filial, de cantera o del Universidad.
A aquella sala, que entonces estaba enfrente de La Romareda, llegó un tipo alto, con pinta de defensa, vestido íntegramente con la ropa del Real Zaragoza. Villanúa no tardó demasiado en reconocerlo. Era César Jiménez, al que Luis Figo acababa de lesionar de gravedad. El nuevo fisio del Real Zaragoza cuenta que ya entonces tuvo conciencia del trabajo que acababa de empezar.
19 años después y tras mantener viva la llama del deporte todo ese tiempo en La Selección Aragonesa, Iván Villanúa es reclamado por Luis García Melchor. Los dos vuelven al Real Zaragoza y a La Ciudad Deportiva, al sitio que siempre fue su lugar.