Tevenet planteó una revolución en el once que terminó sucumbiendo ante el Toledo en El Salto del Caballo. Algunos cambios fueron cuestión técnica y otros obligados, como el caso del lateral Aythami.
Alineación de la SD Huesca en Toledo | Foto: Nicolas BriceñoLa última alineación de la SD Huesca sorprendió a propios y a extraños. La línea más «afectada» fue la de retaguardia con dos movimientos de piezas personificadas en Álex García e Íñigo Ros. El primero de ellos, jugador del Almudévar que llegó al equipo por obligación tras la baja por lesión de Scardina al final del pasado año, ya acumula 10 partidos oficiales (Liga y Copa) con el primer equipo. 900 minutos sobre el verde que le hacen ganarse por juego y reglamento el derecho de permanecer en el primer equipo lo que resta de temporada y ya de paso dejar fuera al italiano Scardina y relegar, de momento, al banquillo a uno de los fichajes que reforzaron al equipo en Enero, Rojas. El caso de Íñigo Ros es una decisión cuanto menos arriesgada. Me explico: en primer lugar, se rompió la pareja de mediocentros que más consistencia le ha dado al equipo (Íñigo Ros-Manolo) y en segundo lugar se sitúa a un jugador en una posición que no es la suya, relegando al ostracismo al canario Antonio Pérez, lateral diestro que ha cumplido cuando le han requerido.