HUESCA | Diego González está a punto de arrancar su segunda temporada en la Sociedad Deportiva Huesca, y lo hace con ilusión, responsabilidad y un mensaje muy claro: la pretemporada importa, y mucho. Aunque reconoce que “puede ser engañosa”, el central andaluz subraya que este tipo de partidos tienen una función esencial: «Acostumbrarnos a ganar es lo que nos va a hacer luego en Liga tener esa inercia positiva».
Desde su llegada, Diego ha demostrado ser un jugador comprometido y versátil, dispuesto a adaptarse a cualquier rol que le toque asumir. Ahora, ya asentado en el vestuario y con la figura de Sergi Guilló en el banquillo, el defensa analiza con naturalidad el momento actual del equipo. “Muy bien, pretemporada muy exigente, sobre todo en el plano físico. Está siendo algo diferente a lo que veníamos haciendo otros años, pero contentos”, señala.
Por otro lado, la defensa se erige como el principal handicap a favor de una SD Huesca que ha disputado cuatro partidos hasta la fecha en esta pretemporada —Tarazona, Osasuna B, Osasuna y Teruel— con un balance envidiable: cuatro porterías a cero. Diego valora ese dato con prudencia, pero también con orgullo: “Yo siempre lo digo: hay que intentar acostumbrarse a ganar, a dejar las porterías a cero. Es algo muy positivo y fundamental para el funcionamiento del equipo durante el año”.
Consciente de que aún hay margen de mejora, también insiste en no relajarse por los buenos resultados: “Las pretemporadas son engañosas. El año pasado el último partido fue flojo y luego arrancamos la Liga ganando tres seguidos”. Aun así, cree que este equipo tiene argumentos para ilusionar: “Estamos en un buen momento y creo que vamos a llegar al inicio de Liga en un estado de forma increíble para ganar aquí al Leganés”, añade.
Respecto al amistoso de mañana sábado frente al Castellón (19:00h), Diego espera otro paso adelante: “Cada partido nos tiene que servir para ir practicando cosas diferentes. No es lo mismo enfrentarte a un filial que a un equipo como el Castellón, que es muy vertical. Nos va a servir para trabajar diferentes modelos”.
El caso Loureiro: “Se ha ganado todo nuestro respeto”
Uno de los temas más comentados en las últimas semanas ha sido la salida de Miguel Loureiro al Deportivo de La Coruña, donde se ha reencontrado con Antonio Hidalgo. Su marcha ha generado revuelo entre la afición, y Diego González no esquiva el tema. Todo lo contrario: “Lo hemos vivido con mucha tranquilidad y mucho respeto, porque creo que es lo que Loureiro se ha ganado. Ha sido un profesional intachable del primer al último día que se ha puesto la camiseta del Huesca”.
El central asegura que el vestuario sentirá su ausencia, no solo por lo que ofrecía sobre el campo, sino también fuera de él: “Era uno de los capitanes, un ejemplo de muchísimo trabajo y compañerismo. Lo vamos a echar de menos y le deseo toda la suerte del mundo. Tengo mucho aprecio a Lou. Intentaremos que se note lo menos posible la baja de Lou”.
Cambio de modelo y polivalencia
El cambio de entrenador ha traído consigo un nuevo modelo de juego. Diego, que llegó con Hidalgo y ahora trabajará con Sergi Guilló, nota la diferencia: “El Huesca de Antonio era un equipo más conservador sin balón, más vertical. Sergi quiere un Huesca más valiente defensivamente, que defienda alto, se empareje y sea protagonista con balón”.
En ese contexto, todo apunta a que jugará principalmente como central, aunque su experiencia como mediocentro la temporada pasada le permite ofrecer alternativas: “Poder adaptarte a varias posiciones siempre es positivo. Aquí parece que voy a jugar más de central, pero el fútbol cambia de un día para otro”.
Con todo ello y para concluir, Diego González se muestra motivado, sin marcarse metas individuales, pero con un compromiso firme: “No me gusta marcarme objetivos de minutos o rendimiento. Siempre que esté aquí voy a prometer trabajo, humildad, mucho compañerismo y dejarme todo por el club y por la camiseta del Huesca”.