HUESCA | Dijà se despide del balonmano profesional. Lo deja a los 37 años. Nacido en Ipatinga (Brasil) se retira en Huesca, localidad donde se ha asentado, donde ha formado una familia y seguirá con otro trabajo. Su retirada ya la deslizó hace unas semanas. Ahora la ha hecho efectiva. A su lado, el presidente de la entidad. Enfrente sus compañeros, cuerpo técnico, directivos y, claro, su familia más directa. Se va un jugador singular. Tan solo le faltan dos partidos para cerrar su etapa: Barça y Torrelavega. Luego, el balonmano profesional será un recuerdo, un gran recuerdo.
Se va un jugador singular. Un tipo que defiende que lo primero que hay que ser es buena persona y luego buen jugador; un central que desliza que su mejor recuerdo es el de la temporada en que se lesionó de gravedad en un pie y tuvo que cambiar su forma de jugar. Más de un compañero le ha mirado con orgullo y reconocimiento a un compañero que se va porque, ha subrayado, “necesitaba parar, dejar de estar tumbado en los viajes en autobús y de tomar pastillas”. Solo él sabe de su sufrimiento, de jugar partidos con dolor. Y pese a todo, el central quería despedirse sobre la pista. “Es una suerte jubilarte jugando a un nivel decente”, ha acotado.
Dijà deja un BM Huesca distinto al que llegó desde Palma del Río. Recordó Pachi Giné, presidente de la entidad, cómo irrumpió en el club el central de Minas Gerais con siete goles en su primer partido “y tarjeta roja”, apostilló el central entre risas. Seguro que siente orgullo de cómo ha evolucionado este deporte en Huesca. De una ciudad con muy pocos chavales jugando a balonmano a una cantera que no para de crecer y un público que cada vez va a más al Palacio.
El central es un apasionado del balonmano. A los 12 años ya salió de su casa para jugar. Es un obseso por este deporte. En Huesca ha estado en dos etapas. En total, seis temporadas. Fichó en la 2014/15 y después pasó por Puerto Sagunto y Sinfín. Su caudal es inmenso. En esta campaña se le ha visto -y se le ve- dar consejos a sus compañeros, ser uno más del cuerpo técnico. Y por eso, quizá Pachi Giné no lo quiere perder. El central toma otro rumbo laboral, aunque el presidente del club lo tiene claro: “Es uno más de nosotros. Ojalá no sea un adiós definitivo”.