HUESCA | Derrota sin paliativos de Lobe Huesca que ha caído derrotado por ante Ponferrada por 92-103, en un partido en la que los ataques prevalecieron sobre las defensas, especialmente en el caso de los visitantes, que ostentaron una gran velocidad imposible de contrarrestar por los peñistas. Los de Bierzo superaron los 100 Puntos (54 en el descanso) con un gran trabajo colectivo y actuaciones individuales de gran eficiencia. El eslovaco Samar estuvo excelso, anotando 42 puntos (9 triples) y ganando 48 créditos de valoración.
Rafa Sanz introdujo cambios a su ya clásico quinteto inicial, saliendo de inicio con Figueroa, Breacdy, Knowles, Shelist y Abdulsaman. El partido comenzó con sendas impresiones por ambos equipos. Ni los oscenses ni los leoneses veían aro en las dos primeras acciones, aunque Figueroa daba muestra de querer agradecer al míster su confianza, encestando dos triples que daban la primera renta peñista (10-4).
Los leoneses no se amilanaban y de las manos de Morales y Samar igualaban el partido (12-12). Asimismo, la entrada de Iglesias revolucionó el juego interior peñista, con mucho vigor y desparpajo. El vigués anotó seis puntos en un abrir y cerrar de ojos. Los de Oriol Pozo jugaban muy eléctricos, sin descanso anotando a un ritmo anotador muy alto que a Lobe le costaba seguir. A pesar de todo los oscenses no cejaron en su esfuerzo y terminaron por delante el primer cuarto (29-27).
En el comienzo del segundo cuarto, Martín Iglesias era un dolor de cabeza para los visitantes. El ’27’ peñista hacía daño por dentro y se iba a los 14 puntos. De hecho, el Lobe se mantenía certero y con un 100% efectividad desde el triple, con tres de Figueroa y uno de Breacdy. No obstante, n cuanto bajó la efectividad, los visitantes se apoderaron del rebotes, fueron muy verticales y anotaban fácilmente. Así, Ponferrada abría la primera importante (42-51) con Samar rondando los 20 puntos anotados. Sin mucho más, cinco tiros consecutivos de los de Sanz en el último minuto redujo la renta a 5 (49-54).
Rafa Sanz apuró los diez minutos de descanso encerrados en el vestuario arengando a sus jugadores. Los muchos puntos encajados eran un hándicap a mejorar en la segunda parte. No obstante, las consignas no sirvieron de mucho, pues los verdiblancos salieron al parqué, fríos, erráticos y con las ideas muy difusas. El equipo no era capaz de correr, ni jugar a todo el campo. Sanz se quedaba sin voz en la banda y no conforme con lo que veía pedía otro tiempo muerto a los 90 segundos de juego. Mediado el cuarto apareció el norteamericano Knowles, inédito hasta el momento y suyos fueron hasta 7 puntos consecutivos que mantenían al equipo con vida. Samar seguía viendo el aro como una piscina y terminaba el cuarto liderando a los suyos con 31 puntos. Asimismo, el base Mancanut complementaba a las mil maravillas al fino alero eslovaco. La defensa peñista hacia aguas y no paraba la sangría de puntos visitantes. Así, el cuarto concluyó (68-80).
A pesar del acierto de Figueroa y la casta de Breacdy, Lobe no reducía ventajas y los del Bierzo seguían con su extraordinario acierto de cara al aro, encontrando situaciones liberadas de tiro, aprovechando las facilidades peñistas en defensa. Un intercambio de canastas constantes derivó en un alto guarismo y cerró el choque 92-103.