Dura autocrítica en el vestuario azulgrana

Ziganda presentó en público la evolución en el juego que había preparado para su equipo y el intento no le pudo salir peo. Con el 5-2-3 sacando el balón desde atrás, los errores condenaron a los azulgranas. El técnico de 56 años analizó la pésima puesta de largo de su nuevo proyecto: «Trabajar y trabajar, no queda otra. Nos queda mucho, reconectar con lo que es el fútbol y las diferentes fases y endurecerse mucho más, más trabajo por mi parte porque para eso estoy. Se lo hemos puesto demasiado fácil por querer jugar demasiado en corto. Tenemos que mejorar para ser mucho más sólidos».

Por su lado, Jorge Pulido quiso dar su versión sobre lo vivido en el estadio azulgrana ante el Tenerife: «No hay excusas, no hemos sido contundentes ni ofensiva ni defensivamente. Un 0- 2 merecido, no me ha gustado como hemos estado. Y a partir de ahí gracias a Dios es la jornada 2. Toca remar y estar todos juntos. Nos ha venido un palo duro desde la jornada dos y hay que remar y corregir. No hemos sido contundentes y el fútbol profesional no perdona. Ha sido un palo duro. Porque el Huesca del año pasado era de no conceder mucho, y la verdad que hemos concedido bastante. Yo confío en la gente que hay aquí. Es muy pronto para sacar conclusiones. Evidentemente mejor que pase en la jornada 2 y hay que corregir errores, estar todos juntos. Un palo duro».

Ziganda y Pulido hablaron de la afición

La afición fue la gran protagonista del partido. Sus cánticos contra la directiva y el apoyo al equipo marcaron el partido. Ziganda mandó un mensaje a los hinchas: «Como entrenador uno quiere que hagamos las cosas lo mejor posible e intentar alegrar a la gente. Todo el apoyo de la gente es poco, porque lo vamos a necesitar». Por su lado, Pulido también tuvo palabras hacia sus hinchas y la comunión final que hubo entre equipo y afición: «Me quedo con lo positivo. Me ha gustado la vibración que nos han dado hacia nosotros. Después de un 0-2 recibir el cariño que hemos recibido hoy creo que no nos lo merecíamos. Y ojalá podamos darlas muchas alegrías porque han estado de diez».