ZARAGOZA | Adrián Liso ha publicado en sus redes sociales su marcha del Real Zaragoza, en un secreto a voces, un rumor anunciado. La novedad está en que Liso se haya adelantado al club, conocedor de que su futuro estaba escrito. Él se saltó el protocolo en su primer año en el fútbol profesional y hoy ha hecho lo mismo. Entonces sorprendió y fue clave en la salvación del Zaragoza en la 23/24, apadrinado por Víctor Fernández. El técnico sintió a Liso como un descubrimiento propio e impidió su marcha hacia el Getafe en pleno verano. Un año más tarde, toma el camino que se desechó entonces, conducido en esta ocasión por el club, en un pacto que se apalabró con la llegada de Gabi Fernández.
Lloró mucho en su segunda temporada en el fútbol profesional. Dejó de sorprender, de engañar al lateral, de querer el balón todo el tiempo. Sufrió los partidos, alertado por los pitos de La Romareda ante el Oviedo y los que llegaron después. Y olvidó su mejor virtud en el césped: dejó de jugar sin mirar atrás. Sus 53 partidos describen los dos lados de este juego: el cielo y el infierno, la crítica y el elogio. También cambió la inconsciencia de sus primeros 12 partidos por la ansiedad de los 41 siguientes. Hundido y herido, el Zaragoza deja una huella imborrable en su memoria y en su formación, con frases para siempre y postales de su infancia: «Este escudo lo llevé con orgullo en cada entrenamiento, en cada partido, en cada minuto».
Sin oficialidad
Ni Getafe ni Real Zaragoza han oficializado un guion escrito desde hace tiempo, retocado por Fernando López en su última comparecencia: “Estamos en conversaciones”, dijo entonces. Mientras, Liso ya había preparado su maleta y diseñó su despedida. El formato de cesión será válido durante un año y, según El Periódico de Aragón, el equipo azulón se reserva la opción de comprar su pase por 3 millones de euros y el 50% del pase.
Todo en la vida de Adrián Liso ha pasado muy rápido. Sin previo aviso. Su irrupción en el primer equipo, sus primeros goles, su renovación y sus primeras dudas. También su salida. Cuando más disfrutó, jugó sin mirar atrás. Ahora cuando lo haga, seguirá viendo al Real Zaragoza.