ZARAGOZA | Si algo parece claro en el Real Zaragoza desde la llegada de Txema Indias, es que el próximo proyecto de los blanquillos se empezará a cimentar desde la puerta de salida. Junto con su entrenador, Gabi Fernández, el director deportivo está convencido de que en la parcela defensiva, la renovación tiene que ser total. Tras confirmarse el adiós de Jair, aún se esperan muchas más salidas en la zaga. Lluís López, Bernardo Vital, Sebastian Kosa y Carlos Nieto tampoco entran en los planes del club. Respecto a Iván Calero, Marcos Luna y Dani Tasende, tampoco es clara su continuidad y dependerá de las ofertas que tengan y de la voluntad de todas partes.
En algunos caso el adiós llegará tras una única temporada, otros tras varios años en la disciplina aragonesa y para otros, tras una vida entera. En el último caso hablamos de Marcos Luna y Carlos Nieto. Para el primero, su futuro es una incógnita. Para el segundo, su adiós, una realidad. Lo hará tras dos años prácticamente inédito y con la injusticia de no poder despedirse como le gustaría, como se merece tras 7 temporadas como jugador del primer equipo. Si su silenciosa despedida es injusta, su lesión también lo fue. Llegó, probablemente, en el mejor momento de su carrera. Era imprescindible en los planes de Escribá y su incidencia en el juego era alta.
Desde aquel día en Cartagonova, Nieto no ha vuelto a ser el mismo. Menos de 600 minutos repartidos en 9 partidos en dos temporadas. Un bagaje excesivamente bajo para poder darle la oportunidad de continuar en la entidad y renovar su contrato. Aunque el Real Zaragoza y Carlos Nieto siempre han tenido una relación bidireccional de trabajo, orgullo y respeto, este verano sus caminos deben separarse. El club aragonés debe aspirar a más y el canterano debe rebelarse ante lo injusto que ha sido el fútbol con él y demostrar que todavía tiene mucho fútbol en sus botas.