Álvaro Arbeloa será el nuevo entrenador del Real Madrid Castilla a partir de la próxima temporada. El club blanco ha confirmado su nombramiento tras la salida de Raúl González, quien deja el banquillo del filial tras seis campañas en busca de nuevos retos lejos de Valdebebas. Con esta decisión, el Real Madrid da continuidad al modelo de cantera, confiando en uno de sus perfiles más representativos dentro y fuera del campo.
Del Juvenil A al Castilla: un ascenso natural
Arbeloa, que ha estado al frente del Juvenil A durante las tres últimas temporadas, se ha ganado el salto por méritos propios. Bajo su dirección, el equipo juvenil ha mostrado una evolución notable, con títulos de liga y buenas actuaciones en competiciones nacionales. Precisamente, esta semana disputa las semifinales de la Copa de Campeones frente al Valencia, buscando cerrar su etapa formativa con un nuevo éxito.
Su ascenso al Castilla no es una sorpresa, ya que el técnico llevaba tiempo sonando como el relevo natural de Raúl. Su conocimiento del club, de la cantera y su perfil formativo lo convierten en una apuesta coherente y de continuidad.
Un técnico de la casa, en sintonía con el nuevo proyecto
Formado en la cantera blanca, Arbeloa conoce perfectamente los valores y la exigencia del Real Madrid, tanto por su trayectoria como jugador (con 238 partidos en el primer equipo entre 2009 y 2016) como por su trabajo en la base desde 2020. Su paso por equipos como el Infantil A, el Cadete A y el Juvenil A le ha permitido crecer como entrenador dentro de una estructura que ahora domina.
Su cercanía con Xabi Alonso, nuevo técnico del primer equipo, añade un valor extra. Ambos mantienen una relación personal y profesional estrecha, que podría facilitar una mayor conexión entre el Castilla y el primer equipo, algo que en el club se valora especialmente para seguir impulsando el talento emergente.
El reto de devolver al Castilla al escaparate de Segunda
El filial madridista ha cerrado esta temporada en sexta posición del Grupo I de Primera Federación, a solo cuatro puntos de los puestos de playoff. Arbeloa tomará ahora las riendas de un grupo que en gran parte ya conoce de su etapa en el Juvenil, lo que facilitará el proceso de transición y permitirá imprimir su estilo desde el inicio de la pretemporada.
Su reto será doble: competir por el ascenso a Segunda División y seguir siendo un vivero fiable para el primer equipo, algo cada vez más demandado por la nueva dirección técnica del club.
Raúl cierra una etapa
Con la marcha de Raúl se pone fin a una etapa de seis años en los que el exdelantero del Madrid aportó estabilidad y carácter al filial, aunque sin llegar a materializar el ansiado ascenso. El club y el propio técnico han decidido separar caminos, y ahora el foco está en el futuro de Arbeloa como líder de un proyecto renovado pero fiel a sus raíces.