Va a ser otro partido donde la extensión de las plantillas puede ser importante. El deseo de José Francisco Nolasco, entrenador del Bada, es alistar a Dijà y a Iván Montoya, una vez que es seguro que el extremo Gerard Carmona salte al 40×20. El central brasileño tiene una microrrotura que le dejó fuera en la anterior jornada, no se forzará pero su veteranía es un grado. Por lo que respecta al pivote, referencia en el ataque de los altoaragoneses, un virus le restó potencial y habrá que ver cómo ha recuperado.
Benidorm, por su parte, llega a la capital altoaragonesa con algunas bajas y dudas. Así, según revela alicanteplaza.es, se da por seguro que no participarán los lesionados Rubén Santos ni Bernatonis y sí que podría reaparecer Vainstein. La duda es el serbio Sotic que ultima unos trámites burocráticos para poder jugar.
Nombres y necesidades aparte, el Benidorm, equipo que además de la ASOBAL tiene el frente de participar en la EHF con lo que añade de desgaste, propone un balonmano distinto al que se suele ver en la competición doméstica. Nolasco deslizó con seguridad que el aficionado va a ver «otra cosa». Y esto significa ataques de 7 jugadores, empleo de más de un pivote, absoluta rotación de jugadores… Una coctelera que habrá que saber embridar para no caer en la ‘locura’ de juego de los alicantinos.
El Bada ansía firmar un buen partido que ratifique el juego desplegado contra Cuenca. Más allá del punto conseguido contra los conquenses, el hecho de aminorar al máximo las pérdidas de balones, la fortaleza defensiva durante muchos minutos ante jugadores veteranos y la seguridad en el lanzamiento sirvieron, o deben servir, para certificar que ya están en el buen camino que deriva en victorias. Y es que el Bada necesita sumar porque actualmente se encuentra en la frontera con los puestos de descenso en una ASOBAL equilibrada. Está a tan solo tres puntos de un Benidorm, que ancla en la séptima posición.